La crema solar en invierno, la gran olvidada. Nos entristece empezar de esta manera el post, pero es una realidad. Por ello queremos hacerte consciente de la importancia del uso de un protector solar de confianza, un protector solar que te proteja de verdad, protector P20.

Parece ser que el ser humano con la vuelta a la rutina y la llegada del frío olvida por completo los cuidados que dedicaba a su cuerpo bajo la sombrilla. Estamos acostumbrados a utilizar protector solar durante las vacaciones o cuando viajamos a un país en temporada estival. Sabemos y somos conscientes de la manera en la que el sol puede dañar nuestra piel y lo perjudicial que puede llegar a ser. Dermatólogos, oncólogos e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteran y señalan que la sobreexposición al sol y las quemaduras reiteradas son el principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma (cáncer de piel) además del envejecimiento prematuro. Pero con el fin del verano se acabó el uso de la crema.

De acuerdo, es tan lógico como cierto que la radiación solar no es igual en verano que en invierno. La superficie de la piel expuesta a las radiaciones son menores, ya que el frío nos impide vestir con pantalón corto y tirantes, y las horas de sol son significativamente menores. Pero en la ESO aprendimos que las plantas hacen la fotosíntesis, un proceso “mágico” por el cual las plantas sintetizan substancias orgánicas a partir de la energía lumínica solar. Entonces… Si en invierno sigue habiendo plantas, ¿será que las radiaciones solares siguen ahí? Elemental querido lector. La radiación solar sigue incidiendo en nuestra piel de la misma forma que lo hacía en verano.


 ¿Qué es la radiación solar y por qué es tan perjudicial?

Las radiación solar es un conjunto de radiaciones electromagnéticas emitidas por el Sol. La radiación solar se distribuye desde infrarrojos hasta ultravioletas. Pero no toda la radiación alcanza la superficie terrestre, ya que la atmósfera absorbe y filtra las radiaciones ultravioletas de onda más corta. Los rayos UVA (onda larga) y los UVB (onda media) son los que nos deben preocupar a la hora de cuidar nuestra delicada dermis. Las radiaciones UV son altamente mutágenas, es decir, que pueden generar pequeños cambios en nuestro ADN que a su vez produzcan un proceso descontrolado de división celular. En otras palabras, un cáncer.

De hecho,el bronceado no es más que un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para protegerse de la radiación solar.

No es solo un problema de salud, sino también estético.

Los efectos que los rayos solares pueden generar en la salud de nuestra piel, también son estéticos. Como hemos visto, la sobreexposición solar puede ser altamente perjudicial. No es que tengamos que andar tapados todo el año, saltando de sombra en sombra. De hecho, la exposición moderada de UVB ayuda a la síntesis de Vitamina D, necesaria para el funcionamiento del organismo. La problemática llega con la excesiva exposición, especialmente de UVA, estimula el fotoenvejecimiento de la piel. De la misma manera que los rayos ultravioleta pueden penetrar hasta causar mutaciones en el ADN, también daña las proteínas de la piel, queratina, elastina y colágeno, necesarias para que tu piel luzca luminosa, tersa, suave y firme,propiciando la aparición de las malditas arrugas. Además, con el paso de los años y la exposición solar, la dermis no distribuye uniformemente la melanina por toda su superficie y es entonces cuando aparecen manchas en la piel.

La crema solar, tu gran aliada.

Las cremas con fotoprotección solar UVA/UVB son nuestro mayor aliado. Utilizándolas a diario podemos proteger nuestra piel de los efectos nocivos de la radiación, así como retrasar el envejecimiento y la despigmentación de la misma. Además, para aquellos obsesionados con lucir bronceado, la crema solar ayuda a mantener el color durante más tiempo, mientras cuidas e hidratas la piel.

Por todos los motivos mencionados en las líneas anteriores, recomendamos encarecidamente no solo utilizar un protector solar para el cuerpo, sino uno también especializado en el cuidado facial como el protector solar para la cara P20 durante todo el año.

A pesar de que no te lo parezca, en invierno también necesitamos usar protección solar del mismo modo que lo utilizamos en épocas estivales. Así que no salgas de casa sin protector solar, no dejes que tu crema se quede en lo más profundo del cesto de la playa junto a una baraja de cartas del UNO y unas palas de playa. Cuídate y protege tu piel.