(Jmm Caminero) Hoy, hoy todo el mundo hace fotografías, especialmente con los móviles. Además estos instrumentos tienen un elevado nivel de capacidad y calidad. Por lo cual, hoy, cada día se harán y se expondrán y difundirán, al menos en Internet, y entre personas físicas, cientos de millones de fotos. Es más, hoy, la imagen fotográfica está cambiando de alguna manera la interrelación entre las personas. En vez de enviarle un texto escrito con el plato que está degustando, se le envía una fotografía. Las consecuencias neuropsicológicas y conceptuales que estos cambios producirán en la mente humana, será cuestión que investigadores del futuro lo estudien.
– ¿Cómo estará influyendo en la sociedad, no me gusta indicar la palabra masa, la imagen y el sonido masivo que está consumiendo o recibiendo a grandes dosis?
Es decir, hoy una persona recibe más imágenes fotográficas o en video o en televisión o en Internet o por móvil, o por cualquier plataformas, más imágenes en una semana, que antes, hace un siglo una persona en toda su existencia. Lo mismo aplicable al sonido. Y a la combinación de sonido e imágenes y palabras.
¿Qué cambios o conexiones neuronales se estarán produciendo con la recepción masiva de imágenes, de imágenes que son emociones o, y conceptos, qué cambios psicológicos, antropológicos, sociales, históricos, incluso religiosos y metafísicos, sin olvidar los éticos o morales?
Todo medio, sea artístico o no lo sea, sea de comunicación, o cualquier técnica o tecnología, produce multitud de cambios, pequeños o grandes, y además en todos los terrenos de la existencia, es decir, el consumo masivo de fotografías, y la difusión, entre personas particulares, nos están haciendo percibir y pensar el mundo de otra manera, estamos aceptando otras cosmovisiones, seamos conscientes o no. Y con el tiempo, si este medio continúa, aunque posiblemente evolucione técnicamente, su influencia será más profunda, sobre la dimensión consciente e inconsciente, de individuos, colectivos, grupos, sociedades, culturas, Estados…
– Entiendo la fotografía artística, con fines estéticos y documentales y conceptuales, como un modo o medio, de representar un objeto equis, pero también un sujeto zeta, de tal modo, que tenga dos grandes parámetros, el concepto o idea o representación de un hecho, en segundo lugar, la belleza en sentido general, la estética, que puede ser un objeto nimio o grandioso, bello o no-bello. Pero siempre buscando y relacionando los tres trascendentales, que hablarían los escolásticos: verdad-veracidad-bondad-bien-belleza.
Como en todo, ya siendo un arte, un género artístico plástico, que lleva un recorrido de un siglo y medio, al menos, por lo cual, ya hay suficiente historia acumulada, suficientes autores para reflexionar a y en ellos. Suficientes sentidos diversos, diversas escuelas o tendencias, diversos fines e intereses y metas a lo largo de las generaciones diversas de autores y de todos los oficios que rodean o están dentro de la fotografía. Entre otros de los que perciben o ven o piensan o sienten fotografías, sean de un tipo o sean de otro.
– Desde mi infancia, que la recepción de fotografías era limitado, por ejemplo, se compraban cuadernos o folios de fotografía para arte, para los trabajos de historia del Arte, para realizar álbumes de fotos para dicha asignatura. Pasando después, por la masiva exhibición de fotografías, sea en forma de libros, televisión, periódicos. Porque hubo un tiempo, que apenas los periódicos tenían impresas fotografías, solo las revistas semanales, después, vino el tiempo al periódico. A la situación actual, que cientos de millones de personas tienen plataformas de móviles o teléfonos móviles, con los que se hacen cada día, y se exhiben, en Internet, cientos de millones de fotografías de y en todos los lugares y rincones del mundo, de todos los temas y formas y maneras…
– Como en casi todos los temas generales que abordo, al tratar cuestiones estéticas, si trato un género o un subgénero lo percibo o analizo, en algunos detalles, desde dos puntos de vista, uno diríamos el concepto general, otro, la aplicación a casos concretos, es decir, una reflexión de y sobre la fotografía, del recipiente estético, es decir, del autor que realiza o ha realizado obra, del que firma este modesto artículo.
Por lo tanto, de la diversidad de géneros y estilos y tendencias y escuelas y manifiestos estéticos de la fotografía, entiendo y comprendo la fotografía ese objeto, que se realiza, al menos, así he optado por una cámara sencilla, modesta, más que sencilla, sin utilizar flash, ni otros enfoques. Siempre quise realizar fotografía, pero por diversidad de causas, apenas se ha hecho, salvo en estos últimos seis años, que se construye diríamos este objeto de forma sistemática.
Por lo cual, en definitiva, se está realizando, diríamos un doble objeto, una “fotografización” de una ciudad mediana, donde resido, especialmente de cosas sin importancia, pero que reflejan al ser humano que la habita, y todo esto realizado con medios modestos, adrede con sistemas de fotografía no sofisticados, más bien rudimentarios. El defecto de la fotografía como virtud estética, desencajes, desenfoques, la luz del sol o de las bombillas distorsionando la imagen, no encuadradas totalmente, etc.
¿Qué sentido tiene, podríamos indicar, realizar una representación en sus realidades pequeñas, de la historia de una ciudad y de sus gentes, de estos años, de este principio del siglo veintiuno, más bien de realidades materiales, no de personas, porque no se dejan que se les fotografíe…?
¡El sentido que tenga, lo tendrán que decir y definir los demás, si es que permanecen este archivo de fotografía para lustros y décadas posteriores a este momento…!
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Fin artículo 1.976º: “Cuestiones sobre fotografía, IV”.