Las filtraciones en el techo pueden parecer un problema menor al principio, pero si no se detectan a tiempo, pueden derivar en daños estructurales, moho y costes elevados de reparación. Por eso es fundamental actuar con rapidez. A continuación, damos cinco consejos prácticos para detectar a tiempo filtraciones en el techo y evitar sorpresas desagradables.
Presta atención a las manchas de humedad
Una de las señales más evidentes de que hay una filtración en el techo son las manchas de humedad en el techo o las paredes. Estas manchas suelen tener forma irregular y un color más oscuro, que puede variar entre tonos marrones, amarillos o grisáceos. Si vemos una de estas manchas, es muy probable que haya una filtración activa o que la haya habido recientemente. Cuanto antes actuemos, más fácil será localizar el origen del problema y evitar que se extienda.
Inspecciona el ático o la parte superior de la vivienda
Si vivimos en una casa con buhardilla o ático, conviene revisarlo de forma periódica, sobre todo después de lluvias intensas. El ático suele ser el primer lugar donde se manifiestan las filtraciones. Allí podemos encontrar vigas húmedas, goteras o zonas con moho. Por ello, usa una linterna potente y revisa con detalle las esquinas, las uniones y cualquier elemento que atraviese el techo, como conductos o chimeneas, ya que son puntos especialmente vulnerables.
Revisa el estado de las tejas o la cubierta exterior
Las tejas rotas, desplazadas o agrietadas son una puerta de entrada directa para el agua. Si tenemos acceso al tejado, merece la pena hacer una inspección visual al menos una vez al año o después de una tormenta. Si no nos sentimos seguros subiendo al tejado, podemos usar unos prismáticos para observar desde el suelo o contar con la ayuda de un profesional. También debemos comprobar si hay acumulaciones de hojas o suciedad que puedan obstruir los canalones y favorecer filtraciones.
Fíjate en los signos de moho o malos olores
El moho no solo es antiestético, sino que también es una señal de alerta. Suele aparecer en lugares donde hay humedad constante, y su presencia puede indicar una filtración persistente. Además, si notamos un olor a humedad en determinadas zonas de la casa, especialmente en habitaciones cerradas o poco ventiladas, es posible que haya una filtración oculta. En estos casos, conviene investigar a fondo y, si hace falta, recurrir a la ayuda de un especialista en humedades.
Controla el consumo de agua y posibles subidas inesperadas
Aunque no lo parezca, una subida inesperada en la factura del agua puede estar relacionada con una filtración, sobre todo si se trata de un problema en la cubierta plana o si hay instalaciones de agua cerca del techo, como sistemas de climatización o termos. Si no hay un motivo evidente para ese aumento, conviene revisar a fondo toda la instalación y asegurarnos de que no hay pérdidas que estén afectando al techo.
En definitiva, detectar a tiempo una filtración en el techo no supone un ahorro de dinero, sino también de preocupaciones. Con una inspección periódica y un poco de atención a las señales, podemos actuar con rapidez y evitar que un pequeño problema se convierta en una gran reparación.