(Clinica El Ángel) Muchas parejas con problemas para tener hijos la prefieren antes que la adopción de niños ya nacidos.
La adopción de embriones ha aumentado en los últimos años en un 15% debido a los problemas de ambos miembros de la pareja para concebir, y a la demanda, cada vez mayor, de mujeres de cierta edad que quieren ser madres sin pareja. Una técnica sencilla y segura que ofrece una alta tasa de embarazos, rondando el 70%.
La adopción de embriones, donados anónimamente, se realiza cuando una mujer, con sus propios óvulos, no puede lograr un embarazo por fecundación in vitro, o bien no tiene pareja, o ésta padece de azoospermia (ausencia de espermatozoides).
Los profesionales de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital El Ángel aseguran que, “estos embriones pueden proceder de una pareja que, tras realizarse la FIV (fecundación in vitro), donan, de forma gratuita, anónima y voluntaria, los embriones sobrantes.
“Otra fuente de embriones procede de ovocitos sobrantes tras una donación, que el laboratorio de reproducción congela para, posteriormente, fecundarlos con semen de banco cuando hay demanda de estos”.
La máxima preocupación de la pareja o mujer sola que adopta embriones es que estén sanos.
Los embriones donados tienen que proceder de progenitores sanos y en los que se hayan descartado alteraciones cromosómicas o enfermedades transmisibles, siendo la donante menor de 35 años. Según el jefe de la Unidad de reproducción de El Ángel, el doctor José Félix García España “hablamos de embriones procedentes de óvulos jóvenes y espermatozoides, en muchos casos, de banco de semen, por lo que son embriones de alta calidad, y es esto lo que marca, principalmente, la tasa de éxito sobre cualquier otro factor”. “Es imposible descartar todos los problemas, pero sus progenitores han sido estudiados formalmente antes de dar el visto bueno”.
Por su parte, la mujer que adopta o recibe embriones debe tener menos de 50 años y no tener impedimento médico que contraindique un embarazo
En este procedimiento, además, se intenta que los rasgos físicos de donantes y receptores sean lo más parecido.
García España, señala que, esta técnica es sencilla, segura y ofrece una alta tasa de embarazos, que ronda el 70%.
“Es sencilla, porque la mujer que los adopta puede recibirlos sin ningún tratamiento especial, en lo que llamamos ciclo natural, es decir, hacer ecografías seriadas desde la regla hasta comprobar que la mujer ha ovulado y, a continuación , realizar la transferencia de uno o dos embriones al útero. Incluso si la mujer ha perdido la menstruación el tratamiento se resume a la toma oral de unas pastillas similares a la píldora anticonceptiva para preparar la matriz.
Es segura, porque no existen riesgos quirúrgicos ni de otra índole.