El histórico barrio vivió un intenso fin de semana, con sendos traslados, la procesión, verbenas nocturnas y almuerzos populares como actos más destacados. La Virgen ya descansa de nuevo en su ermita del Alamillo
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Dentro del calendario de fiestas y verbenas populares en las barriadas de Alhaurín de la Torre, este fin de semana el protagonismo ha sido para Nuestra Señora de la Esperanza, patrona del barrio de La Alegría. Tras el traslado del jueves, la plaza de Paco Lara acogió el viernes la misa en honor a la Virgen y la primera noche de la verbena. El oficio religioso congregó a numerosos vecinos, hermanos mayores, concejales de la Corporación y representantes de asociaciones y colectivos locales.
El coro de Solera fue el encargado de poner la música acompañado por guitarras y violines en una misa que finalizó con los ‘vivas’ a la Virgen. Alguna asociación como Luz y Ánimas quiso hacer su particular ofrenda floral.
La fiesta posterior dio comienzo con la actuación del grupo municipal de baile de Lourdes Soto y el grupo de hip-hop y k-pop, que pusieron ritmo a la noche. Como ya es tradicional, por sorteo, se eligieron a la reina, damas y rey infantil; a la reina y damas adultas y a la reina y el rey abuelos.
También hubo reconocimientos para el concejal de Cultura y Fiestas, Andrés García, así como para el presidente de la asociación de Luz y Ánimas por su ayuda e interés por el barrio. La barra, que corría a cargo de los propios integrantes de la asociación de fieles, no dejo de funcionar, con un gran cartel de comida y bebidas para todos los presentes. La orquesta Punto y Aparte fue la encargada de poner a bailar con su música a todo el público y poner así el broche final a este primer día de celebraciones.
El sábado, pasadas las ocho de la tarde, la Virgen de la Esperanza, ataviada para la ocasión, salió en procesión desde la carpa habilitada en la plaza para desfilar por las calles del barrio. El toque de campana lo daba una de las propias vecinas, a la que además se le hizo entrega de una medalla y unas flores por su dedicación y esfuerzo.
Durante el recorrido la acompañaron los recientes reyes de las fiestas, representantes de asociaciones, cofradías y colectivos, así como integrantes de la Corporación Municipal. La patrona de La Alegría, como no podía ser de otra manera, iba acompañada musicalmente por la Banda Municipal que dirige Alfonso Ortega. La mayordoma de trono, María Moreno, vecina de la zona, se mostró bastante emocionada, con muchas ganas de sacar en procesión la virgen después de dos años sin poder hacerlo debido a la pandemia, y no dudó en invitar a todos los alhuarinos a visitar la verbena y los actos del fin de semana.
A lo largo del recorrido, la asociación de Luz y Ánimas organizó una gran petalada sobre el trono, al igual que algunos otros vecinos desde sus balcones. Tampoco faltaron los “vivas” y alguna que otra poesía. Las calles se encontraban especialmente engalanadas para la ocasión por los propios residentes, que no dudaron en involucrarse para disfrutar de sus fiestas. El encierro volvió a ser en el mismo punto de partida, la plaza Paco Lara, abarrotada y preparada para disfrutar una noche más de su verbena.
Los asistentes pudieron disfrutar de las fiestas de día con degustación gratuita de magro con tomate el sábado y paella el domingo, hecha por los vecinos del barrio y la asociación de fieles de la Esperanza. Muchos alhaurinos quisieron acercarse hasta la plaza. Una panda de verdiales, así como un grupo de música local, quisieron colaborar para amenizar la jornada del domingo.
El concejal de Turismo y Fiestas, Andrés García, recalcó el éxito de la cita y adelantó que las próximas verbenas de Retamar y la de los 60 pondrán la guinda al calendario de celebraciones en las barriadas.
Nuestra Señora de la Esperanza ya se encuentra de nuevo en la Ermita junto a San Francisco de Paula, en El Alamillo, tras el trasladado del domingo. Numerosos vecinos de la zona y de otros puntos del municipio acompañaron a la Virgen en su regreso desde la plaza de Paco Lara hasta el lugar en el que se la venera durante todo el año.
El cortejo fue sencillo y compacto y contó con las reinas y damas de este año, así como vecinos alumbrando con cirios. Algunos tambores marcaban el paso de las andas, que fueron portadas por un grupo de mujeres y algún hombre.
El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, acompañó a los vecinos del barrio junto a los miembros de la asociación de vecinos que se encargan de la organización del evento. Villanova destacó la implicación de los vecinos en su fiesta y anuncio que se construirá una capilla para esta Virgen en la ampliación de la Finca El Portón.
Aprovechando que se encontraban en la ermita de San Francisco, Villanova aprovechó para realizar otra petición simbólica al santo para que vuelva a llover pronto dada la situación de «extrema sequía».