(Por Jesús Miguel Relinque Mota) Sin lugar a dudas y desde mi opinión como profesor con ya 34 años de docencia a sus espaldas, La Metodología que verdaderamente funciona en los momentos actuales en los que nos hallamos:  Es una metodología diversa , variada, abierta, flexible, valiente, que refleje las necesidades de todo el alumnado claramente, una metodología multidisciplinar, multitarea , multinivelar con recursos diversos modernos y más clásicos y además que atienda a la amplísima diversidad con la que nos encontramos los docentes en las aulas de Andalucía hoy en día.

La realidad en las aulas es muy pero que muy distinta a cuando yo empecé a dar clases muy joven con tan solo 20 años.

En aquella época no había la enorme diversidad cultural, de nacionalidades , de idiomas distintos, de alumnado con diversidad funcional tan diferente y además mejor diagnosticados porque hay más especialistas y más herramientas escritas y tecnológicas.

Los recursos actuales son infinitamente más avanzados y el conocimiento de sobre como aprendemos es muchísimo mayor.

Nadie hablaba en mi juventud sobre las inteligencias múltiples , las nueve inteligencias y ni mucho menos de inteligencia emocional, artística, visual, kinéstesica etc….

Los exámenes y las actividades en clase se basaban fundamentalmente en el aprendizaje memorístico y en la vía puramente  cognitiva.

Se olvidaba bastante el razonamiento lógico, las habilidades sociales y el filtro afectivo que tenemos todas las personas a la hora de aprender.

Nadie hablaba o se hacía superficialmete de que los niños y adolescentes aprenden mucho más y mejor en función del cariño que le tienen a su profesor y viceversa.

Y es muy cierto, el cariño y la motivación son dos aspectos vitales para una buena enseñanza y educación en valores democráticos.

A nadie se le ocurría pensar en que algunos niños aprenden mejor visualmente , otros musicalmente, otros escuchando palabras de su profesor  , otros escribiendo y otros aprenden casi sin darse cuenta porque para ellos la clase es el único momento en el que adquieren el aprendizaje ya que  tienen una memoria automática y graban todo en su cerebro con una sencillez a veces increíble.

Por tanto nos encontramos con una diversidad en nuestras aulas contemporáneas que resulta  impresionante , pero a la vez es un reto y creo sinceramente que debemos prepararnos siempre y debemos seguir haciéndolo por el bien y el futuro de nuestros estudiantes.

Para mí cada estudiante es como una planta a la que hay que regar adecuadamente y darle unas vitaminas que le den fuerza para crecer y mostrarnos flores muy bellas en el futuro.

La cuestión es que tenemos la obligación y la grata responsabilidad de ser unos magníficos jardineros para que nuestras plantas crezcan fuertes, sanas y frescas y nos den un espectáculo hermoso cuando se hagan grandes.

Nuestros alumnos y alumnas merecen las mejores vitaminas y el agua más pura.

Por consiguiente hagamos la mejor tarea como profesorado, démosles motivación, cariño y una metodología lo suficientemente adaptada a los tiempos que corren usando todos los recursos didácticos , materiales escritos y virtuales y todas las tecnologías y los medios más clásicos también para que aprendan a ser grandes hombres y mujeres en sus ilusionantes futuros y sobre todo démosle herramientas muy practicas para que se sepan defender en la vida.

Ojalá seamos capaces de hacerlo con nuestra mayor ilusión, porque la huella que deja el buen profesor en sus alumnos es una huella que nunca se borra y que se atesora cálidamente en los cerebros y los corazones de nuestros queridísimos estudiantes.

Jesús Miguel Relinque Mota profesor de Atal e interculturalidad en institutos de  Málaga y provincia.