(Rafael Alfonso Alfaro) DATOS Y CITAS: Cortesía de: La Clave Del Misterio De La Vida
Mar 04, 2012 | 12,860 views | by Jesús 24×7
Sin ADN, no hay auto-reproducción, pero sin auto-reproducción no hay selección natural, de modo que no se puede usar la selección natural para explicar el origen del ADN, sin dar por supuesta la existencia de aquella misma cosa que se está tratando de explicar.
En los años transcurridos desde el rechazo de la evolución química por parte de Kenyon, la ciencia ha desvelado los detalles de todo un sistema de procesado de la información que lleva la marca del designio inteligente.
Con animación por computadora podemos entrar en la célula para ver este asombroso sistema en acción. Después de entrar en el núcleo de la célula vemos las hebras de ADN, bien enrolladas, son las instrucciones y las bibliotecas de instrucciones necesarias para construir cada proteína en un organismo: En un proceso conocido como transcripción una maquina molecular desenrolla primero una sección de la hélice de ADN, para exponer las instrucciones genéticas necesarias para ensamblar una molécula especifica de proteína. Otra máquina copia luego estas instrucciones para formar una molécula llamada ARN MENSAJERO. Cuando se ha completado la transcripción, la delicada hebra de ARN lleva la información genética a través del complejo de poros del núcleo, el regulador de tráfico, dentro y fuera del núcleo. La hebra de ARN MENSAJERO se dirige a una fabrica molecular en dos partes llamada ribosoma, después de fijarse con seguridad comienza el proceso de traducción. Dentro del RIBOSOMA, una cadena de montaje molecular ensambla una cadena de aminoácidos secuenciada de una manera específica, estos aminoácidos son transportados desde otras partes de la célula y luego son ensamblados en cadenas a menudo de cientos de unidades de longitud, su orden de secuencia determina la clase de proteína manufacturada. Cuando se completa la cadena se transporta desde el ribosoma a una maquina con forma de barril, que ayuda a doblarla en la forma precisa y critica para su función.
Después que la cadena queda doblada como proteína es transportada por otra máquina molecular al lugar exacto en que se necesita.
Estamos hablando de un sistema cibernético que lleva el sello de designio inteligente, es decir que hay una inteligencia detrás. Sin embargo la ciencia ortodoxa se rige por el llamado naturalismo metodológico que viene a decir: Todas las explicaciones científicas deben ser hechas por causas naturales, No hay nada que pueda ser explicado por causas artificiales.
Bill Gates dijo que el ADN, es como un programa de computadora, pero más complejo que cualquiera que hayamos podido desarrollar y si lo pensamos siquiera por un minuto resulta una observación de lo más sugerente. Porque sabemos que Bill Gates no emplea el viento ni la erosión, ni generadores de números aleatorios para crear su software. Él emplea ingenieros inteligentes, ingenieros de sistemas computacionales. Así todo lo que sabemos en nuestra experiencia es que los sistemas ricos en información surgen del designio inteligente.
Pero que hacemos del hecho de que haya información en la vida, en cada célula viva de cada organismo vivo, este es el misterio fundamental ¿De dónde procede esta información?
Hoy en día sabemos que no hay ninguna causa natural que produzca información; ni la selección natural, ni procesos de auto-organización, ni el puro azar. Pero si que sabemos de una causa capaz de producir la información y es la inteligencia. Así que cuando alguien infiere designio por la presencia de información en el ADN, está haciendo lo que en las ciencias históricas se denomina una inferencia hacia la mejor explicación. De modo que cuando encontramos un sistema rico en información en la célula, concretamente en la molécula de ADN, podemos inferir que una inteligencia entro en juego en su origen. Incluso aunque no estuviéramos allí para observar el origen del sistema.
Y la forma cómo llegamos a un designio inteligente para el flagelo bacteriano es la misma que para el motor fuera borda. En el fuera borda vemos como las piezas interactúan y sabemos que esto lo hizo alguien. El razonamiento es el mismo para las maquinas biológicas, de modo que la idea del designio inteligente es totalmente científica. Desde luego puede que tenga implicaciones religiosas. Pero no depende de premisas religiosas.