(Jesús López) En España nadie pierde las elecciones es una afirmación que no pierde validez jamás. Aquí todos ganan. Y en eso están en el PP después de su “victoria” electoral en las pasadas elecciones. Una victoria que le impide gobernar, en la que tendrá que pactar previsiblemente con su marca blanca y Coalición Canaria (Que siempre están para el PP) para formar tan sólo un gobierno en minoría. La formación naranja definitivamente no enamora al gran público precisamente por ser sólo un “remake” de los populares. Después está el PSOE, muy contento con coleccionar otro “resultado histórico” pero por la parte de abajo. Ésta felicidad muestra la debilidad de los socialistas que, aún consiguiendo un pírrico resultado, respiran aliviados por que han evitado ser terceros. Pero la felicidad debe darles para poco, 85 a 71 es un tanteo muy igualado y con expectativas de empeoramiento viendo el voto por edades. Esa es otra cuestión muy a tener en cuenta. La gente joven no vota a los viejos partidos. Es un hecho indiscutible, véanse los datos de INE. Son datos demoledores y que ponen fecha de caducidad lo que queda de hegemonía de PP-PSOE.
Luego estamos Unidos Podemos. La suma prevista no se cumplió. ¿O sí? Lo mismo la coalición se ha salvado de un resultado peor si hubiesen ido cada uno por su cuenta. Lo mismo las expectativas de voto eran infundadas y unirse ha servido para “amortiguar” la caída. Lo mismo el presunto batacazo no lo es. Ya que estaba fundado en un “posible” y no una realidad. Las encuestas, ya se sabe. La intención de voto y su volatilidad. Puede ser que sea que la coalición haya conseguido frenar un crecimiento aún mayor del Partido Popular.
Lo que si hay que tener claro es que vamos a estar. Esto va de ideas y no de intereses. Esto va de los desahucios, de la corrupción, de la ley mordaza, de amnistías fiscales, de la lucha por la dignidad en el trabajo, del reparto justo de la renta y la riqueza, de las escuelas públicas, de la sanidad pública, de valores como la igualdad, el respeto y la dignidad. Esto va de entender la política como un instrumento para la ciudadanía, transparente y limpio, sin robos. Debemos estar ahí, siendo la gran piedra en el camino de la legislatura. Los que quieran seguir votando en el Congreso con el PP reformas subliminales de la CE que lo hagan. Nosotros votaremos por los derechos y en contra de las injusticias. Nosotros debemos ser “gente” para ser un faro de esperanza en este mar de perdón a los políticos que meten la mano y que asfixian recorte tras recorte lo que costó tanto construir.