Cada año, durante las festividades, nos enfrentamos al uso indiscriminado de petardos y artefactos pirotécnicos. Lejos de ser una tradición inofensiva, esta práctica se convierte en un acto peligroso y despreciable que afecta a toda la comunidad.
La falta de control en la venta y distribución de estos materiales es alarmante. A pesar de los llamamientos y bandos municipales que recuerdan la prohibición de su uso, muchos individuos, a menudo jóvenes o incluso niños, ignoran estas normas, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.
La normativa vigente en España, como el Real Decreto 989/2015, regula la comercialización y uso de artículos pirotécnicos, estableciendo categorías según la peligrosidad y limitaciones de edad para su adquisición. Además, la Circular de 25 de noviembre de 2014 de la Delegación del Gobierno en Andalucía establece condiciones específicas para la venta y uso de estos productos en la comunidad autónoma.
Sin embargo, estas regulaciones parecen insuficientes o mal implementadas. La venta ilegal y el uso indebido de pirotecnia persisten, generando molestias y peligros. No se trata solo del daño a los animales, sino también del impacto en personas vulnerables, como niños, ancianos o individuos con condiciones de salud que se ven agravadas por las detonaciones.
Es urgente que las autoridades locales y regionales adopten medidas más estrictas. Ayuntamientos como el de Málaga han emitido bandos prohibiendo el uso de artículos pirotécnicos durante las festividades para proteger a la ciudadanía.
Además, municipios como Torremolinos han prohibido el uso de pirotecnia durante las fiestas navideñas, con sanciones que pueden llegar a los 1.500 euros.
Es necesario que estas medidas se extiendan y se apliquen con rigor en todas las localidades, incluyendo Alhaurín de la Torre, que si bien nos consta la emisión de bando prohibiendo elnuso en lugares públicos o urbanizados parece que la regulación actual es insuficiente.
Hacemos un llamamiento a las autoridades para que endurezcan las sanciones contra la venta y uso ilegal de pirotecnia. Es fundamental proteger la salud y el bienestar de todos los ciudadanos, garantizando que las celebraciones se realicen de manera segura y respetuosa.