El Ayuntamiento y este histórico colectivo, fundado en 1872, firman un convenio de colaboración para potenciar la actividad del futuro Museo de la Educación y celebrar exposiciones, encuentros y eventos de carácter didáctico 

El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, y el presidente de la Academia Malagueña de Ciencias, Federico Orellana, han firmado un convenio de colaboración con los objetivos de potenciar la labor del futuro Museo de la Educación del municipio y celebrar diversas iniciativas educativas y culturales dirigidas a toda la población. La rúbrica tuvo lugar el sábado, en un acto en el que estuvieron también presentes el primer teniente de alcalde y concejal a cargo del proyecto museístico, Manuel López; el donante del Museo y técnico de la Diputación, José Antonio Mañas; y otros académicos y representantes de la citada institución.

Con este convenio se busca fundamentalmente favorecer una “simbiosis” de recursos entre ambas partes, promocionar el museo entre el público interesado en la provincia y en Andalucía y aprovechar el bagaje educativo de este colectivo, con más de 140 años de experiencia en la difusión de la ciencia y el conocimiento. En principio, se ha fijado para esta colaboración una duración de dos años prorrogables por tiempo indefinido.

Hay que recordar que hasta la fecha el Museo Andaluz de Educación (MAE) ya ha presentado parte de su colección en distintas muestras temporales en la Universidad de Málaga o en el Museo Aguilar y Eslava (Cabra, Córdoba) gracias a sendos acuerdos a los que ahora se suma la Academia Malagueña de Ciencias.  El MAE de Alhaurín de la Torre tendrá su sede en el actual edificio de la Biblioteca Municipal de la plaza Santa Ana, una vez se concrete el traslado al nuevo edificio que se construye junto al recinto ferial.

Este proyecto es el resultado del convenio firmado en su día entre el Ayuntamiento y los coleccionistas José Antonio Mañas y Jesús Asensi para que el municipio recibiera una serie de gran valor histórico, para mostrar la evolución educativa en nuestro país desde finales del siglo XIX, recreando diferentes épocas. Para la reforma se plantea la adaptación y embellecimiento de este histórico inmueble, tanto en su interior como en el exterior, y plantea el aprovechamiento de parte de la calle Real como área expositiva dependiente del propio Museo. Se pretende además dotar de colorido a la fachada, mediante fondos de distintos tonos en las ventanas, en paralelo al diseño y cromatismo del logotipo.

El interior del museo contará con vestíbulo de recepción, zona expositiva, sala audiovisual y nuevo acceso a una planta superior con rincón de lectura y un pequeño espacio para posibles muestras temporales. La intención es que funcione como un espacio vivo y centro de estudio para expertos y profesionales del sector formativo y pedagógico. Para ello, se están  firmando estos acuerdos de colaboración con otras instituciones y centros públicos y privados, para el intercambio de fondos y organización de exposiciones temporales.