(Jmm Caminero) Esta frase se le achaca a Josefina Carabias, y, se sea periodista o articulista o literato o escritor o artista, en cualquier arte o actividad cultural, pienso que todo el mundo la aceptaría.

Este es el drama de la creación cultural. No olvidemos que toda autoría-creación cultural, lleva implícita, en mayor o menor grado, un tiempo-esfuerzo de búsqueda-investigación, un tiempo de diseño-arquitectura-organización-sistema. Cambia la actividad concreta, pero en todos se produce, sea artista o sea matemático o sea filósofo o sea teólogo o sea escritor o sea columnista o sea científico social o se sea humanista. Además del tiempo de formación-estudio-preparación que puede durar décadas, al principio, una formación-educación mínima, reglada o no, después, una continuación constante durante años y años lunares y solares.

En el campo del columnismo, por fijarnos-centrarnos en uno, pero pienso, que analógicamente se producen a y en todos, en líneas generales, pueden existir en estos momentos docenas de miles de articulistas, que producen-diseñan-inventan-escriben-investigan-crean en la Península Ibérica, unos, son grandes y considerados así, otros olvidados y en silencio, unos ponen sus letras-ideas-imágenes-conceptos en grandes rotativos, papel o digitales, otros, en medios, digamos discretos provinciales o comarcales, incluso, algunos, lo compaginan con blogs personales, que pueden tener a su vez, mucha o poca audiencia-recepción-aceptación…

Unos para ser leídos, a lo largo de la historia, han llevado sus huesos y cerebros, a los centros de poder, poder político y económico e institucional, y por tanto, culturales, y, allí, han intentado construir sus edificaciones culturales, que les hiciesen caso. Eso ha sucedido durante siglos, en toda Europa, bajo monarquías o repúblicas, en Estados-sociedades de gran calibre demográfico y productivo o pequeños, en unas lenguas o en otras.

Otros, se han afiliado a grupos ideológicos, incluidos sistemas sociopolíticos, para sentirse arropados, con buena o regular voluntad. Fórmula que ha funcionado, porque la ecuación, es relativamente fácil, lo negativo o menos positivos en tu sector ideológico, lo olvidas o lo tocas solo con tenedores suaves, pero criticas negativamente, todo lo negativo del otro, incluso todo lo positivo, por lo cual, tendrás un grupo ideológico que te defiende y al que defiendes. Si toman el poder, tú irás con el bando de los ganadores. Por lo general, como son ideologías humanitarias y progresivas y futuras y futuribles, siempre, aunque te equivoques, la sociedad piensa inconscientemente, “fue un hombre/mujer de buena voluntad, pero no alcanzo sus metas-ideales”. O, nadie es perfecto, pero fue un gran artista o un gran científico o un gran escritor…

Otros toman la decisión de hacerse una figura-imagen que resalte, una personalidad pública, diríamos un marketing de persona, algo que destaque, y que si es posible, esté siempre en los medios de comunicación, en las tertulias, en la vida rutinaria, siempre epatando, siempre mostrando su gran personalidad. Pueden optar de distintas maneras, pero la persona-personaje público extravagante, dandi, realizando conceptos que llaman la atención, o acciones diferentes, que llevan “al humor o al horror”, como algunos indicarían. Pues ha dado también buenos resultados. Cierto es, que después, esto hay que acompañarlo, con una producción cultural en su actividad extensa o profunda, o ambas cosas al mismo tiempo.

Otros, buscan el éxito-fama-notoriedad en su trabajo de profesión, aceptan una labor profesional, por ejemplo, en la Universidad, y, desde ese atalaya, después, proyectan su figura y sus producciones culturales, a y en la sociedad. De ahí, surgen grandes figuras del pensamiento o de la literatura o de la cultura, algunos optan por tener una presencia pública, incluso institucional a nivel político, otros, se quedan en su profesión, pero siempre con constantes dimensiones-extensiones-proyecciones de luz y color y sombras y grises en la vida pública. Con lo cual, son los expertos y especialistas en un tema, que después, nos enseñan de mil modos, según su voluntad o deseos, sus dimensiones culturales, en ese terreno, o, por lo general, hablan de todo y de todos y de todas…

Pero existe otro problema-cuestión, para mí, incluso más dramático, te lean o no te lean, la cuestión de la conservación de los productos culturales. Pienso que este es el gran drama. Porque no es que tengas un lugar bajo el sol-luna de la cultura, sean aceptada tu persona, y tus producciones culturales, sino que se mantengan en el tiempo, es decir, no se destruyan-deterioren-desaparezcan. Este es el verdadero drama. Dicho de otro modo, con el ejemplo, que estamos hablando, alguien, puede realizar, mil columnas periodísticas o diez mil o treinta mil, ¿pero seguirán existiendo dentro de cincuenta o cien años, o se irán olvidando en los cajones o en el silencio de los vientres de los ordenadores…?

Por tanto, no es solo que te lean, siguiendo la metáfora-realidad de Carabias, sino que ese producto cultural, siga existiendo dentro de cincuenta o cien años, aunque sea para el estudio-análisis-investigación de especialistas y expertos e investigadores culturales o universitarios.

Ya saben la solución, para que este problema se reduzca, lo he indicado ya tantas veces, que me da vergüenza repetirlo. La respuesta es fácil, en cada nivel territorial, localidad o comarca o provincia, diversas entidades, desde ayuntamientos o bibliotecas o fundaciones o museos, abran en sus Webs directorios para conservar fichas y nombres, y algo, algo o mucho de la actividad cultural de esas personas que se dedican a ese menester. Por ejemplo, departamentos universitarios según su especialidad y según un territorio. Aquí dejo el guante, otra vez este guante, en forma de paloma de paz y pan y racionalidad.

http://twitter.com/jmmcaminero  © jmm caminero (12 diciembre 2021-19 enero 2022 cr).

Fin artículo 2.863º: “Escribir es una cosa muy fácil, lo difícil es hacerse leer”.