(Esperanza Mena) Hoy que el Dios de la lluvia y el trueno campea a sus anchas por esta tierra de María Santísima, mi charla va dedicada a ese rencor que a veces nos corroe el corazón y no deja un resquicio a la piedad ni a la ternura.
¿Quién no ha tenido ese sentimiento? Seguro que todo ser humano lo siente en algunos momentos de su vida, pero no hay que darle cabida en nuestros corazones, porque es destructor; todo lo que toca lo envilece, y no merece la pena.
Hay que tener templanza y nunca rencor. Es un mal compañero de viaje, no te dejará ser feliz nunca, se apoderará de tu corazón y lo irá destruyendo poco a poco.
Piensa en él como en un día de lluvia; la oscuridad todo lo cubre, pero después de la tempestad vuelve la calma, y el sol brillará de nuevo. Solo hay que darle un poco de tiempo.
Espero que nunca el rencor se apodere de vosotros y solo deis cabida en vuestro corazón a la piedad y a la esperanza.
Esperanza Mena saenz…1-6.2014