Aunque ya se sabe que la edad es un factor determinante a la hora de determinar las posibilidades de que una mujer quede embarazada, normalmente la mayoría de las personas desconocen que la fertilidad masculina también cambia con la edad.
Aunque el cambio en la fertilidad es más drástico en las ellas, los hombres también tienen relojes biológicos que es importante conocer. Así pues, vamos a profundizar un poco más en aquello relativo a la edad fértil del hombre.
Pico y declive
Una investigación realizado por la Universidad de Soroka, en Israel, analizó la calidad del semen en varones normales y comparó la cantidad y la calidad del semen con la edad de los hombres.
El estudio analizó todo lo que haría un análisis de semen, incluida la frecuencia con la que mantenían relaciones sexuales. Es importante tenerlo en cuenta porque la abstinencia sexual puede reducir la calidad del semen. Las relaciones sexuales frecuentes crean un esperma más sano.
Los investigadores descubrieron que la cantidad de semen alcanzaba su punto máximo entre los 30 y los 35 años. Por otro lado, se descubrió que la cantidad general de semen era la más baja después de los 55 años.
Motilidad del esperma y edad
Este mismo estudio también reveló que la motilidad del esperma cambia con la edad. Se determinó que la movilidad de los espermatozoides es mejor antes de los 25 años y más baja después de los 55.
De hecho, al comparar el número de espermatozoides que «nadan bien» en los hombres de entre 30 y 35 años con los mayores de 55, la movilidad de los espermatozoides disminuyó en un 54%. Estas fuertes variaciones no podían achacarse a la abstinencia sexual, de la que se hizo un seguimiento en el estudio.
Riesgo de problemas genéticos
Además de la baja calidad del semen, está demostrado científicamente que la edad también afecta a la calidad genética del esperma masculino y aumenta los defectos en su ADN.
Estos defectos genéticos de los espermatozoides pueden causar
- Disminución de la fertilidad.
- Aumento de las posibilidades de aborto espontáneo.
- Mayor riesgo de algunos defectos congénitos.
- Aumento del riesgo de nacimiento de fetos sin vida.
Los hombres mayores no sólo corren el riesgo de sufrir infertilidad. También son más propensos a transmitir problemas genéticos a sus hijos. La combinación de la edad femenina y la masculina puede aumentar aún más el riesgo de defectos de nacimiento. Por ejemplo, el riesgo de síndrome de Down.
En un estudio realizado en algo más de 3.000 niños, los investigadores descubrieron que cuando una mujer tenía 35 años o más, la edad del hombre importaba más. Esto era especialmente cierto si la mujer tenía 40 años o más. En este grupo, el 50% de los niños con síndrome de Down recibían esa condición por parte paterna.
El síndrome de Down no es el único riesgo que aumenta con la edad paterna. Los padres mayores tienen más probabilidades de tener hijos con:
- Acondroplasia, un tipo de enanismo5
- Autismo
- Trastorno bipolar
- Leucemia infantil
- Esquizofrenia
La edad masculina y el éxito de la fecundación in vitro
¿Qué ocurre con el papel de la edad masculina y el éxito del tratamiento de fecundación artificial? Las primeras investigaciones indicaban que los índices de éxito de la fecundación in vitro podían verse afectados negativamente por la edad masculina. Sin embargo, otras investigaciones posteriores han descubierto que el uso de la tecnología puede superar cualquier desventaja relacionada con la edad.
El recuento, la concentración y la movilidad (movimiento) de los espermatozoides disminuyen con la edad. Sin embargo, en lo que respecta al objetivo principal de la FIV -embarazo y nacimientos vivos- las cifras son buenas. La edad paterna no afecta a las tasas de éxito.