(Enviado por José Antonio Sierra) ¡BASTA YA DE CONFINAMIENTO!

A todas las asociaciones, centros y residencias de mayores de Andalucía:

Ruego y quedaría muy agradecido por su apoyo para la organización y promoción de debates públicos en centros de mayores y culturales  así como en todos los medios de comunicación ( prensa, radio y televisión) acerca de los daños causados, a algunos residentes,  por el confinamiento y protocolo de residencias de mayores para los residentes  que desean   salir a pasear en el exterior de la residencia.

En tiempos de la COVID-19, entrar y salir en una residencia de mayores para dar un paseo, tan necesario para los mayores sanos y que lo hacían antes del Primer estado de Alarma, no debería plantear problemas pero no es así si se les pone como condición que cada vez que salgan a pasear en días acordados con la dirección de la residencia deberán permanecer comiendo solos en su habitación durante una semana más otras medidas que exija la dirección.

Posiblemente,  algunos mayores en residencias jamás se hayan sentido tan solos  como en tiempos del Corona Virus. Primero,  desde que se declaró el primer estado de Alarma sin poder recibir visitas ni poder salir de la residencia. Ahora, con la «nueva normalidad», debido al protocolo de medidas de visitas y salidas de la Comunidad Autónoma correspondiente y de la residencia de mayores en la que se encuentre si el residente desea salir a pasear en el exterior.                                                                                                Los familiares de los residentes quizás se sorprenderían si pudiesen   ver el silencio de algunos  residentes en los comedores durante las comidas así como en las zonas comunes  de algunas  residencias. Es una mezcla  de tristeza, soledad e impotencia  ante una situación que no desean ni son responsables pero que se les trata como si lo fuesen. Decir que no se esta de acuerdo con  el protocolo de medidas es correr el riego de ser calificado de » conflictivo» y ser invitado a marcharse de vacaciones, o para siempre, y así poder pasear en libertad.

En alguna residencia, para  que no se contagien y si salen a pasear se corra el riesgo  de contagiar a los demás, se les permite  sentarse en bancos, a pocos metros de distancia del exterior de la residencia, en libertad,  y poder observar a través de los barrotes de hierro del recinto de la fachada de la residencia a  los peatones que alegremente pasean por la acera de la calle  a pocos metros con o sin mascarillas.

Podrán dar paseos por el patio y pasillos exteriores de la residencia como en mi infancia veía en el campo a burros vendados dando vueltas  para sacar agua de  pozos . A los mayores,  solamente falta que se les pongan vendas como a los burros de las norias para que no vean a su alrededor y sientan la soledad de las residencias en tiempos de pandemia.

Se trata de  impedir que mueran del  Corona Virus con protocolos de visitas de familiares y salidas en residencias de mayores

Desconozco si alguna vez han pensado en las consecuencias de sus protocolos de medidas para la salud física y psicológica de los residentes, como personas de alto riesgo y si también puedan  morir de tristeza, soledad e impotencia.

Los gobernantes han sido elegidos para resolver el problema complejo,de las residencias públicas y privadas si afecta a la salud física y mental  de sus residentes. De igual forma deberían intentar que las residencias públicas y privadas no actuasen como reinos de taifas si lo hacen.

Los residentes en residencias de mayores que desean salir a pasear sin tener que comer solos  en sus habitaciones durante una semana  quedarán muy agradecidos por su interés y apoyo a la Plataforma Salir a Pasear en Málaga.

José Antonio Sierra