Desde las seis de la mañana, casi 200 operarios de distintas delegaciones y empresas externas colaboradoras vienen actuando en los distintos puntos que sufrieron desperfectos ayer por la acción de la borrasca Filomena. El alcalde realiza una primera valoración de daños en infraestructuras por valor de unos 80.000 euros

La normalidad va regresando poco a poco a las distintas zonas de Alhaurín de la Torre después de la agitada tarde-noche de ayer por la acción de la borrasca Filomena a su paso por el municipio y por la comarca. Desde muy temprana hora, las seis de la mañana, alrededor de 200 operarios de distintas delegaciones municipales -Servicios Operativos, Servicio de Agua y Saneamiento y empresas externas colaboradoras- han venido desempeñando una intensa labor de limpieza, recuperación y reposición de materiales para devolver las calles, vías públicas, edificios, puentes y accesos a su estado original en la medida de lo posible o, al menos, minimizar el impacto de los desperfectos para hacerlos transitables a la espera de una actuación mayor más adelante. El dispositivo de limpieza se ha debido incrementar de 100 a 200 efectivos al haberse detectado numerosos puntos que requerían de la actuación de retirada de lodos, piedra, cañas o restos de escombros o bien humedades. Los efectivos han sido divididos en dos equipos: uno para edificios y recintos públicos, incluidos colegios y el propio Ayuntamiento, y otro para vía pública.

El alcalde, Joaquín Villanova, que ha capitaneado esta mañana el dispositivo especial, tras haber permanecido hasta altas horas de la madrugada pendiente de las incidencias, con el Plan Municipal de Emergencias activado, ha realizado una primera estimación de daños, tras examinar las distintas zonas e infraestructuras públicas que han sufrido desperfectos en mayor o menor medida. La cifra inicial, que a buen seguro seguirá incrementándose en los próximos días con los daños en propiedades privadas, roza los 80.000 euros.

Villanova insiste en su argumento de que la red de evacuación de aguas y la infraestructura hidráulica municipal en general, tanto en suelo urbano como en rural y en las barriadas, ha funcionado de forma correcta, a pesar de la virulencia del efecto de arrastre de corrientes de agua, fruto de los 170 litros por metro cuadrado caídos en cinco horas (dato actualizado). Según el mandatario, en Pinos de Alhaurín se han registrado importantes desperfectos, en especial en las calles Ronda y Estepona, ya que los arroyos que cruzan estas vías venían crecidos, con caudales de hasta 200 metros cúbicos por segundo, lo que ha sobrepasado los vados y han arrastrado piedras y barro, lo que ha dañado las calzadas de forma considerable. Ambas avenidas fueron cortadas a primera hora de la tarde-noche por Protección Civil para evitar problemas a los conductores. Se han desplomado igualmente una decena de muros de viviendas privadas, que al parecer no contaban con aliviaderos para desaguar, y se irán reponiendo a medida que sus propietarios lo comuniquen a sus seguros.

Especial atención ha prestado el alcalde a la óptima respuesta del puente de Piamonte o San Joaquín, que ha resistido la fuerza del agua, a pesar de  una brutal crecida de seis metros en todo el cauce, que ha hecho que la barandilla quedara arrasada, pero no los tableros, que han resistido y, por tanto, no ha habido que la lamentar la incomunicación de ninguna barriada colindante. Igual hay que decir del puente de Zamorilla.

Hasta 33 caminos rurales y vías periféricas han sufrido daños de diversa consideración, con arrastre de lodo, piedras o barro. Una de ellas fue la subida de arroyo del Pinar (zona de canteras), que fue cortada por precaución. Se ha procedido a la limpieza de todos ellos y la retirada de los restos. Sin embargo, en la zona de San Pedro de Menaya, uno de los puentes sobre el arroyo del Valle ha quedado taponado y tuvo cortado el paso varias horas hasta su despeje. También afectó a los accesos al polígono La Moraga.

Todos esos destrozos se han ido arreglando parcialmente, gracias a que el dispositivo de limpieza contaba con hasta 20 máquinas y 8 camiones y unidades articuladas. “Se está haciendo un trabajo excepcional en todos los sentidos y todo el equipo está dando lo mejor de sí mismo”, ha recalcado.  Otro de los daños que ha debido atender el Servicio Municipal de Agua y Saneamiento (ver comunicado específico posterior) se ha localizado en un punto de la barriada urbana de Retamar, donde la rotura de la calzada ha afectado a al tubería de abastecimiento, con filtración de arena. Se ha cortado el suministro temporalmente y se ha procedido a reponer el material dañado. Una vez que restablezca el servicio, es posible que exista algo de turbiedad en los primeros segundos.

Tampoco hay que olvidar algunos daños por humedades y filtraciones en las cubiertas de varios edificios públicos (Ayuntamiento, Escuela de Música, Centro de Formación, recintos del polígono, polideportivos y colegios), así como en bajantes.  La red de evacuación en el casco urbano ha funcionado muy bien, según Villanova, siempre teniendo en cuenta la gran cantidad de agua caída y arrastrada cuesta abajo. El embovedado del arroyo Blanquillo a su paso por el centro ha recogido un caudal de casi 350 metros cúbicos por segundo, pero era tal el caudal de agua procedente de la parte alta que, cuando se ha desbordado, la calzada se ha colapsado de agua, aunque solo hubo que lamentar el arrastre de varias motos y el bloqueo de algunos coches, que fueron retirados y colocados en lugar seguro. “Son tres arroyos los que pasan por el centro urbano y confluyen en calles en cuesta abajo, por lo que podemos estar satisfechos de la respuesta, dentro del peligro que obviamente existía debido al fuerte aguacero”.

Bomberos del Consorcio Provincial y efectivos de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil, con el trabajo inestimable de Policía Local y Guardia Civil en todo momento, también han llevado a cabo decenas de intervenciones para achicar agua en bajos, sótanos y garajes de distintos puntos del municipio y para detectar tapas de registro reventadas, a fin de minimizar los peligros.

En el capítulo más negativo, Villanova se muestra muy contrariado por el hecho de que se hayan producido apagones que, en algún caso, aún perdura desde anoche. “No podemos admitir que se vaya la luz durante casi 18 horas, es una barbaridad. Vamos a exigir a la Compañía Endesa que realice cuantas mejoras sean necesarias en la red y en los transformadores para que no vuelva a ocurrir”, ha sentenciado.  Por supuesto, indica el mandatario, “vamos a seguir trabajando y evaluando daños, porque habrá zonas que hoy no puedan quedar restablecidas al 100%, debido a que necesitarán obras y actuaciones de mayor calado”, como ocurre en algunas áreas periféricas rurales del norte y noroeste del municipio. Todo ello irá ocurriendo en los próximos días. Por último, Villanova agradece la paciencia y colaboración de la ciudadanía e invita a las personas afectadas a que comuniquen sus incidencias a través del Servicio Línea Verde Alhaurín de la Torre o por los cauces habituales, así como vayan dando parte a sus seguros de los daños en sus viviendas y propiedades.