(Jmm Caminero) El personaje real o literario o imaginario o soñado de Juan de Portoplano, es una manera o forma o instrumento para que usted intente percibir y pensar la realidad mejor. No digo, que se consiga, pero al menos, si desea, que usted vuelva a pensar alguna cuestión. No todo lo que se indica será verdadero, pero para eso está usted para perfeccionarlo. Existe una tradición, no de siglos, sino de milenios de aforismos y frases y adagios y máximas y fragmentos. En esa tradición que nos lleva a la antigua Mesopotamia, antiguo Egipto, antigua Judea, antigua China, antigua India…, a esa tradición, de ese mar soy heredero.

                        – Nos ofrecen cada día el mundo tantas ideas y conceptos y emociones e imágenes y artilugios tan diferentes, que tenemos cada día que escoger o seleccionar entre tantos. A veces, no sabemos cuales nos convienen, cuales son verdaderos y ciertos.

                        – No sé, cuánto en mi vida ha sido sueño y cuánto ha sido realidad, cuánto verdad, y cuánto conceptos o ideas, cuánto error, cuánto de cada cosa.

                        – De todo ser humano he intentado siempre aprender algo, de todo ser que ha pasado al recuerdo de la historia, de todos he aprendido algo, porque no me he sentido nunca superior a nadie, ni inferior a nadie, unos desarrollan un papel en este escenario del mundo, y otros realizamos otro. Nada más.

                        – Puede que Dios, en el sentido occidental, exista o no exista, pero exista o no exista, tiene que tener a este concreto o a esta posible realidad, el máximo respeto, crea usted que existe o crea usted que no existe.

                        – Debes, sin angustias, ni sufrimiento, con sosiego y tranquilidad, vivir hoy, como si te fuesen a decir, una gran noticia buena, o una noticia muy mala. Así de ese modo aprovecharás más y mejor cada instante, así, estarás mejor preparado o preparada para lo bueno o para lo malo de la vida.

                        – Una cosa son las ideas sobre la realidad, buenas o menos buenas, positivas o menos positivas, y otra muy distinta, ese negativismo tan feroz que existen en tantos ambientes, o ese idealismo o positivismo tan exagerado que existe en algunas ideologías. El sentido común y la racionalidad.

                        – Estamos intentando expresar la realidad, trozos de la realidad, lo más profunda y esencialmente, en forma de fragmentos, o si quieren ustedes, realizar filosofía profunda y esencial, con artículos periodísticos. Puede que usted no lo aprecie, o puede que tenga más errores y huecos que el barco del saber verdadero no lo permitan moverse, pero ese es el intento, es ofrecer filosofía-humanidades-espiritualidad-estética profunda y esencial, y lo más verdadera posible, a todo y para todos, con lenguaje rutinario y común, quizás, quizás para que un hipotético lector o lectora, le sirva, para avanzar algo, algo en el terreno del conocimiento y del entendimiento…

                        – Que usted piense diferente a mí, en una o cien cuestiones o temas, no quiere decir, que usted y yo, pensemos de forma similar o parecida en miles o docenas de miles. Porque la realidad es enorme e ingente. No puedo abarcar yo, toda la realidad, ni toda la verdad, permítame que pueda equivocarme, y permítame que si usted tiene la verdad, yo vaya avanzando poco a poco.

                        – Si una sociedad o un Estado se derrumba, las consecuencias pueden ser impredecibles, durante décadas y generaciones, con consecuencias imprevisibles y e impredecibles.

                        – Cuánto agradecería, que alguien, antes de yo fallecer, encuentre un método para matematizar y no solo logicizar cuestiones de filosofía, de humanidades, de estética, de cultura, para que el saber humano avance hacia derroteros más verídicos y verdaderos. Somos un gigante, en conocimientos técnicos y científicos, y somos unos primitivos en conocimientos humanistas, filosóficos, teológicos, espirituales, estéticos, culturales, etc.

                        – Que dos colectivos o sociedades o subculturas o culturas puedan terminar como el rosario de la aurora, porque no piensan en unos cientos de temas igual, me parce un enorme error, o mejor dicho una prueba fehaciente del primitivismo dónde estamos situados e insertados.

                        – Temo que mi sociedad-Estado se desintegre en varias sociedades-Estados con consecuencias impredecibles e imprevisibles. Es como si alguien con diez dedos y dos brazos y dos manos, quisiese quedarse con una mano y tres dedos…

                        – ¿Entre los muchos retos que la humanidad tiene, y que ninguno de ellos, seremos capaces de superar de forma adecuada para la humanidad, es que por un lado tenemos que conformar lo antes posible un único Estado Mundial, en paz, en tolerancia, de mutuo acuerdo y en los derechos humanos…? ¿Y por otro lado, tenemos que hacer frente, por ejemplo, qué sucedería si dentro de equis tiempo, veinte o cien años, la IA fuese capaz de alcanzar suficiente grado de inteligencia y de creatividad…?

                        – ¿Debemos plantearnos si el desarrollo y progreso científico y técnico es diez equis, en relación al progreso y desarrollo humanístico y filosófico y cultural en general, que solo sería un equis, por tanto existe en el fondo una discordia o desavenencia muy profunda entre la capacidad de lo que podemos hacer, y las cuestiones profundas de sentido, conceptos, ideas, actos, formas de pensar, sentir, desear, hablar…?

            http://twitter.com/jmmcaminero                    © jmm caminero (02 mayo-07 junio 2018 cr).

Fin artículo 1.261º: “Dichos III de Juan de Portoplano”.