(Esperanza Mena) No puedo comprender tanta maldad como tiene el ser humano; ¡y eso que se llama humano!
Cada día me sorprendo más y más cuando veo en las noticias las barbaridades que se hacen en nombre del machismo puro y duro, parece ser que la mujer tiene que ser de la propiedad del marido; creo que no escucharon bien lo que les decía el sacerdote cuando los casaba: compañera te doy y no esclava, eso se lo saltan a la torera todos los días, y tienen la sangre fría de matarla y trocearla para que su carne sirva de comida para perros.
¡Dios mío! ¿Qué clase de monstruo puede hacer eso? Pues los hay, solo tienes que poner atención a la televisión y nos damos cuenta de la maldad que hay en esta perra vida.
Y sin ir más lejos, hoy he visto un caso parecido, él la mató seguramente, y se ha quedado encima con la custodia del hijo, y le dirá al niño que su madre se ha marchado con otro… ¡Hay que tener muy poca vergüenza y sangre fría!
Yo entiendo que una relación se rompa, es normal, el amor se puede acabar por muchas razones, pero agua que no has de beber déjala correr, y como seres humanos busca la salida que menos daño cause a las dos partes, y si hay hijos por medio pensar en ellos es lo principal.
Y lo peor de todo es que luego tienen suerte y su condena será la mínima, si es que llegan a condenarles…
Lo dicho, cuánta maldad encierra el ser humano, que ya casi de humano, tiene poco.