fuente(Esperanza Mena Sáenz )A veces, cuando me siento demasiado triste (como hoy) suelo salirme al jardín, y me siento al lado de una pequeña fuente que tengo en él. Porque el sonido del agua del surtidor, me relaja y me pone en paz conmigo misma; tal vez, ese sonido me sirve para pensar con más claridad en esta vida tan ingrata algunas veces.

Siempre hay algo hermoso alrededor de la fuente, ya sean los pensamientos y la petunias que hay sembradas o las lindas mariposas que revolotean por las flores de los rosales que ya están en todo su esplendor…

A lo lejos, veo el ir i venir de las tórtolas, y los mirlos, que en esta época están bastante alborotados queriendo enseñar a sus polluelos como tienen que volar.

Entonces pienso… ¿Por qué tengo que estar triste, si hay tanta belleza a mi alrededor? No merece la pena perder el tiempo en dimes y diretes…  ¡Hay que vivir! Sea como sea, hay que seguir adelante; eso me dicen los cipreses que tengo como guardianes en la puerta de mi casa, ellos me lo susurran cuando el viento les mece suavemente, es como una caricia del levante que trae el aroma y la frescura de ese mar Mediterráneo tan nuestro…

Espero y deseo, que esa brisa marina, también traiga un soplo de viento puro a mi alma, para seguir  charlando conmigo misma, muchos años más.

Esperanza Mena Sáenz…..7 Mayo, del 2014