La tecnología está claro que está facilitando, agilizando y abaratando muchos procesos en las compañías.

Gracias al uso de los avances que proporciona el almacenamiento en la nube, la inteligencia artificial para la automatización de ciertos procesos e incluso el denominado internet of things, hay sectores que están viviendo algo parecido a lo que supuso la revolución industrial entonces.

Uno de esos sectores, sin duda, es el del transporte por tierra. Si durante décadas parecía que era un sector que, más allá del cumplimiento legal y de la normativa, apenas avanzaba, ha sido durante los últimos años cuando ha empezado a incorporar en su operativa y en las cabinas una serie de herramientas que están sirviendo de evolución para el concepto de conectividad.

“Hoy en día hay una serie de opciones que están permitiendo que el transporte por tierra sea el principal eje comercial no solo en Europa, donde era más habitual, sino también en América. La facilidad de transporte y las posibilidades de monitorización que existen gracias a los sistemas de cámaras de salpicadero hacen de estas nuevas rutas un trayecto cómodo, más económico y, también, más eficaz y rápido” explican desde Samsara, empresa especializada en incorporar este tipo de soluciones tecnológicas a flotas comerciales.

Pero ¿cuáles son realmente las tecnologías que más se están dejando ver en las cabinas?

En primer lugar, hay que hablar de la conectividad de los vehículos con las centrales de sus empresas. La posibilidad de monitorizar vía GPS la posición de la flota está siendo clave en las planificaciones de rutas.

Esta ayuda, que a priori podía parecer demasiado controladora, en realidad está siendo clave para beneficio tanto de conductores como de compañías. Conociendo la ruta y el posicionamiento, las compañías pueden conseguir tener los tiempos reales en los que se necesita desarrollar la misma para evitar que tengan que acelerar en carreteras, mientras que, por otro lado, los conductores, pueden pedir asistencia para reprogramarse si ven que las vías están congestionadas con tráfico o incluso con problemas meteorológicos.

Además, pronto empezará a ser también habitual que los camiones puedan conectarse entre sí cuando siguen la misma ruta. De hecho, la posibilidad de que todo suceda en la nube, almacenando la información independientemente de que se haga de forma consciente o no, permite garantizar la seguridad y las pruebas necesarias en caso de necesitarse.

Algo semejante está pasando con los sensores y cámaras que, cada vez más, se incorporan en los vehículos. Las posibilidades de ellos son infinitas.

Por un lado, advierten gracias a la IA de los riesgos de la carretera, anticipando la necesidad de frenada o de actuación por parte de los conductores, siendo una de las opciones más interesantes en la lucha contra los accidentes.

Pero también, por otro lado, son una fórmula para garantizar la seguridad, ya que todo queda registrado en la nube para comprobación posterior. De hecho, el que se vea que existen cámaras tanto apuntando el interior para garantizar que el conductor no sufre distracciones como en el exterior está también siendo clave para rebajar los robos que venían sufriendo en sus descansos.