El alcalde de Alhaurín de la Torre reivindica en su discurso del 28-F la unión de todos los andaluces para seguir construyendo una tierra generadora de “empleo, riqueza y oportunidades”. El municipio ha recuperado hoy el tradicional acto frente al Ayuntamiento. El regidor ha participado posteriormente en un almuerzo de convivencia en Pinos

Alhaurín de la Torre se ha sumado como cada año a las celebraciones del 28 de febrero, Día de Andalucía, con un solemne acto oficial en la plaza del Ayuntamiento, en presencia de numerosos vecinos y de la Corporación Municipal. En su discurso frente a los asistentes, el regidor ha aprovechado para apelar a una Andalucía y una Europa “fuertes” frente a los “nacionalismos excluyentes”, ha dicho, al tiempo que ha pedido la “unión” de Occidente para hacer frente al Gobierno ruso de Putin con una “respuesta rápida y conjunta”.

El municipio ha recuperado este acto al aire libre frente a la Casa Consistorial, después de que el año pasado tuviera que celebrarse en el Centro Cultural con aforo reducido y controlado debido a la situación sanitaria. El primer edil ha afirmado que en este día festivo se debía recordar “a las personas que lucharon por la comunidad autónoma”.

A la cita han asistido los concejales del Ayuntamiento, además de representantes del tejido social y cultural del municipio quienes no han querido perderse esta jornada a pesar de que el tiempo no ha acompañado. El evento ha comenzado con la izada de la bandera blanca y verde y la interpretación del himno andaluz a cargo de la Banda Municipal de Música. Como es habitual en esta fecha, Villanova ha hecho entrega de una placa de recuerdo a aquellos trabajadores locales del Ayuntamiento que se jubilaron en el último año.

La actuación de la Banda y de los grupos de baile ha servido para amenizar la mañana. El alcalde quiso hacer especial mención en su discurso a que en junio se cumplirán 40 años de la constitución del primer Parlamento Andaluz: “la gestión de nuestro territorio, un camino difícil y lleno de retos y desafíos”. Asimismo, destacó lo que se ha conseguido durante todo este tiempo en Andalucía, lo que incluía un alto nivel de desarrollo, avance y progreso en todos los ámbitos.

Por otro lado, apuntó el número de andaluces que habían fallecido como consecuencia del Covid e hizo hincapié en que a pesar de haberse recuperado el formato de las ediciones pre-Covid, la precaución y la cautela debían seguir imperando en nuestro día a día, y así no retroceder en todo lo que se había avanzado hasta ahora. “Hemos vivido unos tiempos complicados, a nivel sociolaboral, económico y cívico, como consecuencia de la pandemia”, subrayó Villanova. En su discurso, también mencionó a la empresa Ly Company Water Group que hace unos días consiguió la Bandera de Andalucía que concede la Junta por su innovación empresarial y vocación internacional.

El regidor también reivindicó la “unión” de todos los andaluces para seguir construyendo una tierra generadora de “empleo, riqueza y oportunidades”, y quiso referirse a las dificultades con atraviesa Europa y el mundo por la guerra en Ucrania, por la que criticó al presidente ruso Vladimir Putin: “En Rusia hay un autócrata como Putin, que a cualquiera que se le opone lo censura, lo encarcela y lo hace morir, por decir un eufemismo”.

A continuación, la comitiva se ha desplazado a la cercana plaza Paco Lara para proceder a la inauguración de su reforma y de la nueva casa hermandad de la Pollinica (enviaremos otro comunicado de prensa sobre este acto).

ALMUERZO DE CONVIVENCIA EN PINOS DE ALHAURÍN

Como ya hiciera el día anterior en El Romeral, Joaquín Villanova también ha acudido a un almuerzo de convivencia organizado con motivo del Día de Andalucía, esta vez en el centro social de Pinos de Alhaurín. La Asociación de Vecinos De Pinos organizó la cita, a la que acudieron numerosos residentes de la urbanización y otros miembros de la Corporación.

 

Allí, los vecinos pudieron disfrutar de una paella popular y de música variada, especialmente con canciones vinculadas a la historia de Andalucía. El alcalde hizo un balance muy positivo de cómo se había celebrado el Día de Andalucía en Alhaurín, y valoró la gran labor que llevan a cabo desde la Asociación de Vecinos de Pinos. Asimismo, adelantó que se van a hacer varias mejoras en la zona y recalcó que, a pesar de que se estaban viviendo tiempos difíciles por la sequía, por la pandemia y por los problemas internacionales, se debía vivir este día con “la mayor de las ilusiones”.

 

DISCURSO DEL ALCALDE DÍA DE ANDALUCÍA. 28 DE FEBRERO DE 2022

 

Ilustrísimos señores Concejales y señoras Concejalas del Excmo. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre; Ilmos. Hijos Adoptivos y Predilectos de Alhaurín de la Torre; Ilmo. Sr. Director del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre; Ilma. Sra. Jueza de Paz; Ilustrísimas autoridades y representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de los cuerpos municipales; representantes de asociaciones, cofradías, peñas y colectivos de Alhaurín de la Torre; pueblo de Alhaurín de la Torre; señoras y señores:

 

En esta mañana de 28 de febrero, celebramos el cuadragésimo segundo aniversario de Referéndum para el inicio del proceso autonómico para Andalucía, según el artículo 151 de la Constitución Española. Han pasado 42 años, que son media vida y, sin embargo, quienes vivimos aquellos días históricos, y los anteriores, al menos desde 1977, seguimos emocionándonos al recordar que la ciudadanía andaluza decidió llenar las calles para defender lo nuestro, un autogobierno, una conciencia de pueblo unido.

 

El 28 de febrero es un día de fiesta, de homenaje y de recuerdo a los que nos precedieron y lucharon por lo nuestro. Aquella consulta popular de 1980, que obtuvo un sí abrumadoramente mayoritario en las urnas, llegó a buen puerto. Desde ese instante, la justa reivindicación, una vez atendida, dio paso a una empresa de mucho mayor calado: la gestión de nuestro territorio, un camino difícil y lleno de retos y desafíos, pues significaba la puesta en marcha del Estatuto de Autonomía aprobado justo un año después, que propició la creación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Y así, el próximo mes de junio se cumplirán 40 años de la constitución del primer Parlamento Andaluz. Aquella reivindicación cristalizaba y daba paso a otro difícil reto: la puesta en funcionamiento de un cuerpo institucional al servicio de toda una Comunidad. Han transcurrido 42 años desde que apostáramos por un autogobierno que hablara, sintiera, pensara y actuara en andaluz y el resultado, con sus grandes luces y algunas sombras, se puede considerar altamente positivo.

 

A pesar de que hemos podido recuperar el formato de las ediciones pre-Covid de este solemne acto institucional, la cautela y la precaución deben seguir imperando en nuestro día a día, sin dar la más mínima posibilidad a un exceso de confianza que nos haga retroceder lo que ahora llevamos avanzado. Me alegra, por tanto, poder saludarles de nuevo en esta plaza del Ayuntamiento, después de haber tenido que celebrar la edición 2021 en formato muy reducido, debido a la existencia de estrictas medidas sanitarias hace justo un año.

 

Y es que es muy cierto que vivimos y hemos vivido unos tiempos complicados, a nivel sociolaboral, económico y cívico, como consecuencia de la pandemia, que sufrimos desde marzo de 2020. El azote en forma de pérdidas humanas, destrucción de empleo y crisis social, fue tan inesperado como doloroso. Y aunque ahora estemos asomando la cabeza de la recuperación, después de hasta seis oleadas del maldito virus, hay dos lecturas que quisiera hacer: en primer lugar, la emocionante respuesta y compromiso de esos miles de hombres y mujeres que llevan dos años ayudando a combatir los efectos del Covid-19 y a hacer que lo sobrellevemos mejor, dentro de lo que cabe: nunca olvidaremos a sanitarios, profesores, agentes de Policía, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos, científicos, voluntarios de ONGs, personal de residencias, etc. Nunca nos cansaremos de agradecerles tantos desvelos, sobre todo, por los que más los han necesitado. Tampoco queremos olvidar a todas aquellas personas a título particular, en estos dos años, pero

particularmente entre 2020 y 2021, decidieron echar una mano a sus semejantes con donaciones, ayuda directa o simplemente echando una mano a su vecino, que por edad o falta de movilidad no podía desplazarse a sus compras o gestiones.

 

El maldito coronavirus se ha llevado por delante, a día de hoy, a casi 12.700 paisanos y paisanas. Y

hoy, al igual que ayer, al igual que el año pasado, vaya por delante nuestro cariño, abrazo y empatía con todos y cada uno de sus familiares y con todas y cada una de las personas que han sufrido un trance así, con o sin resultado de muerte. Las secuelas psicológicas y emocionales a nivel intrafamiliar han hecho y siguen haciendo estragos y han afectado, como nunca lo habían hecho, a las relaciones sociales. La soledad, la incomprensión, la incomunicación y el aislamiento, a pesar de vivir en un mundo globalizado y conectado como nunca, han rebrotado con fuerza en muchos pueblos y ciudades, y eso es algo que no deberíamos descuidar, particularmente, desde las instituciones públicas.

 

Por eso, ahora más que nunca, mi primer mensaje es que necesitamos rescatar aquel vigor colectivo de los primeros años 80 y ejercer ese andalucismo proactivo, esa solidaridad tan nuestra, ese saber crecernos en los momentos complicados, ese espíritu y esa generosidad, que forman parte de nuestro carácter y nos han hecho ir derribando muros, fueran cuales fueran, en los distintos momentos históricos que nos tocó vivir.

 

A pesar de las dificultades de estos últimos dos años, debemos estar determinados y unidos en nuestro objetivo de seguir construyendo una autonomía generadora de empleo, riqueza y oportunidades. En el día de homenaje a la Bandera Blanca y Verde, acordémonos de quienes dieron sus ideales, su trabajo, su esfuerzo, su sudor, su sabiduría e incluso su vida por nuestra bendita tierra. Hoy más que nunca debemos tenerlos presente.

 

La savia nueva andaluza, las generaciones de jóvenes de hoy, nos llenan de orgullo porque, pese a las dificultades, han sabido recoger el testigo. Ellos contribuyen, con su talento, su cualificación y sus nuevas ideas, a que Andalucía se consolide como tierra de oportunidades y de esperanza, sin descuidar que somos lugar de acogida de gentes venidas de todas partes, y ya no solo por su clima o sus atractivos naturales, sino sobre todo, porque ahora Andalucía es más locomotora económica y tecnológica que nunca y está en el punto idóneo para recibir inversores, proyectos, ideas, mano de obra cualificada y talento.

 

Ahora más que nunca, es el momento de los emprendedores, de la cultura empresarial, del I+D+I, y en ello nos debemos empeñar las administraciones e instituciones públicas. En Andalucía hay más de 500.000 autónomos y es un activo que debemos aprovechar para relanzar. Ayuntamientos como el nuestro, el de Alhaurín de la Torre, trabaja en una decidida apuesta por la cultura del esfuerzo, del autoempleo, de los nuevos yacimientos de empleo sostenible, la agricultura ecológica, la tecnología punta… Tal es el caso de Ly Company Water Group, también conocida como Only Water, nacida en 2015 como proyecto piloto para minimizar el impacto climático de los envases de un solo uso y de consumo masivo. Con una inversión superior a los 15 millones de euros y presencia en 20 países, se considera líder mundial en el envasado de agua en formato sostenible. Se trata de la única multinacional nacida en Alhaurín y tiene fábricas propias en distintos lugares, un proyecto genuinamente alhaurino. Sus gerentes son un ejemplo a seguir y han recibido numerosas distinciones por su excelencia. La más reciente, hace unos días, de manos de la delegada del

Gobierno Andaluz en Málaga, Patricia Navarro, en reconocimiento de nuestra Comunidad a la innovación empresarial y su vocación internacional.

 

Andalucía puede y debe seguir creciendo en esta línea y las instituciones, también. Municipalismo, co-gobernanza, sostenibilidad, movilidad, inclusión… Son palabras hoy llenas de sentido y contenido y que los ayuntamientos vamos incorporando a nuestro día a día para lograr ciudades con mejores servicios, más limpias, avanzadas, amables y accesibles y con ciudadanías más implicadas. Y todo ello, con esa mirada andaluza, esa alma, esa idiosincrasia tan característica, a la que jamás debemos renunciar. Porque ya pasaron los tiempos oscuros y sombríos de una Andalucía atrasada, con menor desarrollo, acomplejada y ninguneada y porque hemos dado un salto de calidad en todos los sentidos, 42 años después, con autoestima, capacidad, trabajo y emprendimiento. Y así debe seguir siendo.

 

Siempre he mantenido que la mejor política social y de progreso que existe o, al menos, que conozco y defiendo a ultranza, es la que genera empleo y riqueza. Cuando una institución se preocupa de atraer inversores, de generar oportunidades y de crear el clima propicio, a nivel técnico y administrativo, con menos trabas burocráticas y mejores condiciones, eso es sinónimo de que se están haciendo bien las cosas. Cuando llegan nuevas empresas o industrias grandes o se crean nuevas pymes, eso se traduce en contrataciones, en cotizaciones a la Seguridad Social, en aportaciones de IRPF… En garantizar la liquidez y la sostenibilidad financiera de una administración.

 

La administración no solo debe crear puestos de trabajo en el sector público, sino sobre todo, propiciar que los haya y crear las condiciones para que los haya, con medidas fiscales estimuladoras para pymes y para autónomos y nuevos emprendedores. En Andalucía, desde hace pocos años, hemos entendido que una industria consolidada y un sector servicios capaz de atraer a gentes de fuera para que consuman, gasten y vivan en nuestra Comunidad, es una solución ideal, poco trabajada en décadas anteriores, para que nuestra tierra pase de furgón de cola de Europa a locomotora de todo el país.

 

El turismo, una de nuestras fuentes de riqueza más estables, es un sector estratégico que debemos seguir mimando, ya que la competitividad aumenta y, ahora que se empiezan a levantar las restricciones por el Covid, necesitamos profundizar en la excelencia. Tenemos que seguir explorando los múltiples encantos de nuestra tierra, y ya no solo el del sol y playa, en el que Málaga y su Costa es pionero y buque insignia, ni el de interior y de la naturaleza, que gana adeptos cada año, ni tan siquiera el cultural-monumental. Hay que seguir trabajando en otras posibilidades: la ruta de los pueblos y de sus gentes, la ruta de los idiomas, de los deportes, la ruta gastronómica, la saludable y medicinal, la agrícola incluso. El horizonte que se presenta es magnífico por la propia diversidad paisajística y urbana de Andalucía.

 

Hoy no podemos ignorar que aparecen nuevos problemas en la vieja Europa, cuyas imágenes recordamos en blanco y negro, la memoria histórica, el recuerdo del horror de la primera mitad del siglo XX. Hoy El mundo mira estupefacto y con temor la escalada de violencia que ha iniciado Vladimir Putin en Ucrania. Ya comenzaron las marchas para pedir paz en el país ubicado al norte del Mar Negro y manifestaciones en todo el mundo para parar esta barbarie. Pero el ejército ruso avanza sin contemplaciones. Hace cinco días me parecía difícil que Putin iniciara una invasión unilateral, pero el Presidente de Rusia se encargó de desmentir a muchos gobernantes de Occidente. Decir que Ucrania no le dejó alternativa por un supuesto ingreso a la OTAN no es justificación para actuar así. Hitler también dijo que Polonia lo atacó primero en agosto del ‘39… Había todavía muchas negociaciones para llevar adelante”.

 

Hay cuestiones comunes entre los conflictos globales del Siglo XX y el ataque ruso a Ucrania, como el nacionalismo. Nosotros los países democráticos demoramos más las respuestas frente a un autócrata como el presidente ruso. La Primera Guerra Mundial tuvo como puerta de entrada el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de mayo de 1914. El atentado contra la vida del heredero al trono del Imperio Austrohúngaro fue provocado por Gavrilo Princip, un joven serbio. Ese fue el puntapié inicial, esa fue la excusa: el argumento para entrar en guerra por parte de Alemania fueron los nacionalistas que se querían separar de Austria-Hungría. Las razones que esgrimían los serbios son similares a las que hoy expresa Vladimir Putin. Pone como argumento que hay nacionalistas prorrusos en Ucrania que se quieren integrar a su país. Putin lo que dice es que defiende la libre determinación de esa gente. Es algo tirado de los pelos. En todo caso, que emigren a Rusia.

 

La Segunda Guerra Mundial, por su parte, comenzó el 1° de septiembre de 1939, cuando Hitler invadió Polonia. Durante seis años y un día (el final fue el 2 de septiembre de 1945), los nazis, más el aporte de los fascistas italianos comandados por Mussolini y luego el imperio del Japón -que estiró la contienda en el lejano oriente- esparcieron el terror hasta que fueron derrotados por los Aliados, una fuerza integrada principalmente por Estados Unidos, Inglaterra, Francia y la Unión Soviética. El saldo trágico: entre 50 y 60 millones de muertos, incluidos los seis millones de judíos asesinados en los campos de exterminio.

 

Este personaje, como Hitler en la Segunda Guerra, va probando: me meto por acá, intento por allá. Este caso de Putin en Ucrania recuerda a cuando Hitler anexó Austria, después los Sudetes y recién entonces Polonia. Hace 8 años, Putin anexó Crimea como en 1939 Hitler invadió Polonia con la excusa de que necesitaba incorporar una zona de Prusia que había quedado alejada de Alemania. Y se quedó. Ahora lo hace en una parte de Ucrania porque dice que es parte del pueblo ruso… En la época de Hitler, la excusa era ‘la Nación Alemana’. El discurso de hoy de Putin es calcado al de Hitler. Reclama territorios que en su momento formaron parte del Imperio Ruso antes de la Primera Guerra o de la URSS después. Los argumentos son similares: la gente quiere ser parte de nosotros.

 

Creo que si hay una respuesta rápida, conjunta, si Occidente esta unida, fuerte para ser respetada y

no ignorada como ocurre en la actualidad por el presidente ruso Putin, conseguiremos parar esta escalada de hechos consumados que nos retroceden a épocas oscuras de la humanidad. Quizás China esté viendo la reacción de Occidente para ver si luego hace lo mismo en Taiwán. Otra singularidad de esta confrontación, es que del otro lado de Rusia hay países democráticos. En Rusia hay un autócrata como Putin, que a cualquiera que se le opone lo censura, lo encarcela y lo hace morir, por decir un eufemismo.

 

Soy andaluz y me siento orgulloso de serlo, tanto como, si hubiera nacido en Extremadura, Galicia, Castilla, Valencia, Canarias, Cataluña o Vascongadas, y justo por eso quiero que el modelo de la Andalucía de Ortega, sea el que impere en los andaluces. Somos integradores, inclusivos y solidarios con los demás españoles, y cada vez más europeos, necesitamos una Andalucía fuerte para una España grande y respetada en el concierto internacional, para conseguir una Europa fuerte que nos proteja del sentimiento nacionalista excluyente que es un peligro para la humanidad. Ojalá prime la cordura y que hagan entrar en razón a Putin.

 

Andalucía, puerta del sur de Europa, puente con Iberoamérica, cuna del arte y la cultura, enlace entre Mediterráneo y Atlántico y vecina de África, ha sido siempre ejemplo de convivencia, diálogo, tolerancia y solidaridad. Andalucía es la tierra de las personas, donde el factor humano está muy por encima de esos injustos estereotipos que nos han acompañado siempre. Factor humano, excelencia, autoestima y modernidad. Esa es la Andalucía de hoy y la del mañana. 42 años después, podemos decir que hemos dado muchos saltos de calidad y estamos más cerca de romper las tradicionales desigualdades con otros territorios. Y ese trabajo es mérito de todos.

 

Señoras y señores: Voy terminando. Andalucía está hoy de fiesta y ese es el motivo fundamental por el que nos encontramos aquí. Pero sin dejar de celebrar tan importante jornada, es necesario ser reivindicativo, realista y autocrítico. Quiero, por tanto, volver a apelar a ese espíritu de 1980 y a que los políticos estemos un poco más pegados a nuestra ciudadanía, sin estridencias y sin complejos. Esa lección que la sociedad andaluza nos dio hace 42 años la tenemos que aprender. Así que, celebremos nuestra festividad más importante con la ilusión de siempre y con la confianza de que entre todos, nos acerquemos al final del camino del que hablaba al principio, y donde junto a la bandera blanquiverde ondee la bandera del trabajo, la armonía y el progreso.

 

Disfrutemos de una jornada agradable junto a nuestra familia y amigos y mantengamos intacto esa querencia, ese amor y ese espíritu de lucha por nuestra bendita tierra. Muchas gracias por su atención.

 

VIVA ANDALUCÍA

VIVA ESPAÑA

VIVA ALHAURÍN DE LA TORRE

 

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