El acuerdo firmado ayer entre el alcalde y la Diócesis de Málaga contempla, a cambio, el uso cultural del templo, tal como aprobó el Pleno Municipal el pasado mes de junio, y se basa en la necesidad de proteger un edificio de gran valor monumental, cultural y artístico

El vicario general del Obispado de Málaga, Antonio Jesús Coronado, y la comunidad parroquial del municipio firmaron ayer el esperado convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre que permitirá acometer las obras que se van a realizar en la iglesia de San Sebastián y la Inmaculada Concepción, a cambio de propiciar el uso cultural público del histórico edificio, materializado en diversos actos que organice el Consistorio. Este acuerdo rubricado entre las dos partes supone la materialización de una propuesta en tal sentido que el Pleno Municipal respaldó el pasado mes de junio para la financiación y ejecución de importantes actuaciones de mejora y reparación en el interior del templo.
Como se recordará, aquel punto salió adelante con los votos a favor del grupo municipal ponente de la propuesta, es decir, el PP, y también con el de Vox, mientras que PSOE y Con Andalucía votaron en contra.
El acuerdo firmado con la Diócesis de Málaga, de la que depende la parroquia, contempla una inversión de 300.000 € que se van a destinar a una intervención urgente en su instalación eléctrica, muros, paredes y techos, con especial atención a su importante artesonado de madera. En el texto, que también lleva la firma del alcalde, Joaquín Vllanova; del cura párroco, Manuel Márquez, y del secretario municipal por sustitución, Francisco Javier Martín, se hace referencia a los desperfectos y los daños que sufre el interior del templo debido al paso del tiempo y a los efectos de las lluvias torrenciales, lo que pone en peligro también la propia estructura, la gran mayoría de sus altares y las obras artísticas que alberga.
El regidor considera “imprescindible” colaborar en la financiación de estas obras teniendo en cuenta aspectos como la necesidad de proteger el patrimonio monumental, cultural y artístico de Alhaurín de la Torre -tal como figura en el artículo 43 de la Constitución Española y en el 92 del Estatuto de Autonomía de Andalucía-. También implica aumentar el impacto turístico y económico derivado del aumento de visitantes al templo una vez rehabilitado, sin olvidar su uso social y comunitario más allá del culto y la importancia de reforzar la seguridad y accesibilidad, teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que asisten al edificio, tal como defendió José Manuel de Molina, nuevo concejal de Patrimonio Histórico de la localidad y presente en el acto protocolario de la firma.
El acuerdo alcanzado ayer recuerda que otros municipios han desarrollado planes similares de colaboración con parroquias y edificios religiosos cuando éstos forman parte del conjunto patrimonial del pueblo, todo ello mediante convenios específicos que permiten la inversión en reformas sin que ello suponga una vulneración del principio de aconfesionalidad del Estado.
El documento sometido a la firma del alcalde, Joaquín Villanova, y del vicario general de la Diócesis lleva por nombre completo ‘Convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre y el Obispado de Málaga para el uso compartido en actividades culturales y religiosas y para la rehabilitación de la parroquia de San Sebastián”.
A partir de ahora y en un máximo de dos meses, se creará una comisión mixta paritaria formada por Villanova, De Molina, Márquez y también el director técnico de la obra, con idea de velar por el cumplimiento del convenio y de solucionar “cuantas incidencias y discrepancias pudiesen sobrevenir en su ejecución”.
Por otro lado, el próximo domingo el nuevo obispo de Málaga, José Antonio Satué, visitará Alhaurín de la Torre para oficiar una misa y bendecir las mejoras y ampliaciones que ya se han realizado en los salones parroquiales y en la Sacristía.

CARACTERÍSTICAS DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SEBASTIÁN
La parroquia constituye uno de los principales valores culturales, religiosos y arquitectónicos del municipio, siendo apreciable su relevancia religiosa, patrimonial e histórica-artística. Existe al menos desde mediados del siglo XVI, según consta documentalmente en el Archivo del Cabildo Catedralicio de la ciudad de Málaga.
En el siglo XVII, se compraron propiedades anexas para ampliar el templo y a comienzos del siglo XIX se inició una profunda reforma que, por los avatares históricos de este convulso siglo, no se terminó hasta el año 1886. Sus indudables valores artísticos, como el retablo del altar mayor que talló el célebre imaginero Fernando Ortiz o los pertenecientes a cofradías y hermandades, fueron destruidos en los desgraciados sucesos de 1931 y 1936.
Pasada la Guerra Civil se recuperó el patrimonio con nuevos enseres e imágenes que fueron donados o adquiridos. Destacan, por orden cronológico, la Virgen de la Candelaria, donada en 1938 pero que, según estudio de Naranjo Beltrán, es de autor anónimo del siglo XVIII; Jesús de la Paz y del Amor de Martín Simón de 1937; Inmaculada Concepción de Cuesta López en 1939; la Virgen de la Soledad de Pineda Calderón del año 1947; Jesús Nazareno del Paso tallado en 1949 y la Virgen de los Dolores en 1973, ambas obras de Pérez Hidalgo; Virgen del Carmen y San Isidro Labrador en pasta de Olot que llegaron en 1956; Cristo de la Veracruz y Cristo Resucitado ambos de Suso de Marcos de 1996 y 2002 respectivamente; Cristo Yacente de Pérez Palma bendecido en 2009; Virgen de la Esperanza de Dueñas Rosales de 2012; y San Juan Bautista y San Sebastián, ambas de Luque Bonillo, entregadas en 2023.
Independientemente de este valor histórico-artístico, la parroquia es, sin duda alguna, parte inseparable del tejido social del municipio y su labor asistencial, educativa y cultural, traspasa los límites del ámbito religioso cristiano, ya que forma parte de la identidad y la tradición de generaciones de vecinos, constituyéndose en un espacio de encuentro y cohesión social. Buena prueba de ello ocurrió en 1975. El deterioro que sufría el edificio se agravó por la caída de un rayo en marzo de ese año, por lo que se redactó un proyecto para derribarlo y construir uno nuevo. Para evitarlo, los vecinos se movilizaron consiguiendo su reparación y conservación.
En la actualidad, se está muy lejos de aquella situación, pero es una realidad que la iglesia parroquial de Alhaurín de la Torre, debido al paso del tiempo y a efectos de lluvias torrenciales como las recibidas en octubre y noviembre de 2024, ha sufrido diversos daños en el interior del templo que requieren una intervención urgente en su instalación eléctrica, muros, paredes y techos con especial atención al artesonado de madera.
Estos desperfectos ocasionan humedades y desperfectos a la gran mayoría de altares de su interior, entre ellos el retablo de Jesús de la Paz y del Amor y las hornacinas de San Isidro Labrador, San Juan Bautista, San Sebastián, Sagrado Corazón, Virgen del Carmen y Virgen de la Candelaria.