La región acoge desde hace siglos a viajeros y residentes procedentes de todo el mundo. Lo que la enriquece y a la vez exige saber adaptarse a este paradigma.

Desde sus orígenes, Málaga se ha caracterizado por ser una zona en la que se entrelazan diferentes culturas. Su ubicación la convierte en un lugar perfecto para establecer rutas comerciales, ya que permite acceder tanto desde el Mediterráneo como desde el Atlántico, y salir de allí hacia otros puertos.

Más de 3000 años de historia

No es de extrañar que los fenicios, grandes comerciantes, se fijaran en el lugar y construyeran una ciudad, así como distintas poblaciones a lo largo de la costa. Los restos que se han ido descubriendo en distintas excavaciones así lo demuestran

Después llegaron cartagineses, romanos y visigodos, entre otros. Todo ello hizo que a lo largo de 3 milenios se fueran sucediendo todo tipo de culturas, convirtiendo a Málaga en uno de los centros del comercio y los intercambios más relevantes de Europa, sino del mundo entero.

Si tuviéramos la posibilidad de viajar hacia atrás en el tiempo, podríamos ver cómo en Málaga se hablaban diversos idiomas, ya que los intercambios comerciales internacionales han sido la tónica desde hace siglos. Una tendencia que no ha cambiado demasiado comparada con la actualidad.

Una potencia turística

La provincia de Málaga es sin duda una de las potencias turísticas de España, con visitantes de muchas nacionalidades, los cuales traen consigo su idioma, que no siempre es el inglés. Aunque como mínimo este tiene que convivir con el español, para hacer que todo el mundo se sienta bienvenido.

La Costa del Sol es uno de los enclaves turísticos más buscados todos los veranos por los visitantes extranjeros. La mayoría de ellos proceden de Europa, especialmente alemanes e ingleses, aunque también hay turistas llegados desde lugares tan lejanos como Japón, que no solo quieren darse un baño en el mar sino que también disfrutan de recorrer las calles de las ciudades en busca de su próxima fotografía. Tal es el auge del público asiático en la región que desde hace unos cuantos años está funcionando un centro de cultura asiática, para dar a conocer a ciudadanos locales y turistas algunos detalles.

Un lugar para vivir

Que el turismo no es el único motivo por el que viene a Málaga gente de todos los rincones del planeta. Hay muchos que fijan su residencia en la zona, bien de forma permanente o para pasar largas temporadas disfrutando de un clima envidiable durante todo el año. Jubilados que quieren pasar sus años dorados en un entorno alejado del frío de su país, como quienes proceden del norte de Europa, son un claro ejemplo de ello.

Esto hace que en las calles de Málaga, al igual que en otras poblaciones como Marbella, Benalmádena o Torremolinos, se hablen muchos idiomas, y que haya un sinfín de culturas. Enriqueciendo de forma notable el ambiente que se respira.

Un desafío al que se debe dar respuesta

El auge de residentes y turistas extranjeros también hace necesario que hoteles, restaurantes y todo tipo de comercios se adapten y sean capaces de prestar servicio a todo el mundo, también en su idioma natal. Por eso, cada vez es más necesario recurrir a traductores en Málaga, que permitan ofrecer al público en general, sin importar cuál sea su origen o lengua natal, acceso a todo lo que necesitan para disfrutar de sus vacaciones o vivir en la región sin echar de menos su idioma.

Así es Málaga. Un crisol de culturas e idiomas diferentes, en el que todo el mundo es bien recibido y donde cualquiera, sin importar cuál sea su nacionalidad, puede vivir o pasar sus vacaciones.