Salpicado por un acento andaluz difícil de esconder, y con David Barral, Iván Crespo o Aitor Buñuel a modo de comparsa, Rafa enamoró a la afición y dirigió los cánticos festivos al grito de “¡quiero que me oigan en Málaga!”. Y si en Liverpool se desató la euforia tras destrozar todos los pronósticos y superar la semifinal frente al Barcelona, en Santander no le fueron a la zaga en las celebraciones tras subir de categoría. Una marea de seguidores abarrotaba la Plaza del Ayuntamiento para compartir la alegría del ascenso a la Segunda Sivisión española y, al grito de “el Racing es de Primera”, anunciaba con ilusión un objetivo de ensueño para la temporada 2019-20. Alfredo Pérez, su presidente, no dudó en sumarse a la euforia de Rafa y coreó la consigna como un hincha más.

Rafa de Vicente se enfrentará en el próximo ejercicio liguero con el Málaga que le vio formarse como futbolista. En 2016 se despidió del equipo de su infancia y fichó por el Recreativo de Huelva, tras pasar como cedido por el Murcia. En el Recre estuvo dos temporadas, donde llamó la atención del equipo técnico de los santanderinos. En los 24 partidos de liga disputados, su evolución fue más que notable, llegando a acumular tres pases y cuatro dianas. Con la motivación del ascenso de categoría, Rafa buscará afianzarse en una plantilla que tendrá que adaptarse a las nuevas circunstancias.

El Racing regresa a la división de plata del fútbol español tras empatar un partido contra el Atlético Baleares que se le había puesto muy cuesta arriba tras el gol de Fullana. En el Sardinero habían empatado a cero, así que, cuando Buñuel logró igualar el marcador en el minuto 68, los de Santander pasaban a ser los elegidos para el ascenso en virtud del valor doble de los goles fuera de casa en caso de empate. Los verdiblancos aguantaron el marcador hasta el pitido final, momento en el que se desató la fiesta en las calles de la capital cántabra.