(Jmm Caminero) El móvil que es un ordenador en miniatura, se ha convertido, en el nuevo papel que es la base de libros, periódicos, noticias, cartas, informaciones. 

Se reían o sonreían en mi casa, cuándo hace unos lustros, cuándo emergía el volcán de la teleinformática, y, ya estaban los móviles abriéndose camino en las conciencias y bolsillos, que un día, estaríamos conectados con un reloj a la gran nube de esa información. Ya, ya ha llegado ese momento. Ahora, cada vez, nos vamos convirtiendo más en una especie de superorganismo, como las termitas, todos unidos a una enorme red de información o desinformación. Pero de datos… 

No sabemos dónde terminará este seísmo o maremoto tecnológico, porque todavía, no se prevé el fin de la técnica, sino que la tecnología avanza como manada de elefantes que va arrasando todos los espacios y tiempos del corazón humano en todos los lugares. Desde aquellos móviles, instalados y unidos a una caja como un ordenador, que caminaban por las calles, hasta el momento actual, se ha minimizado, ha pasado de ser una ballena a un ratón en tamaño. 

Cándido, publicó un artículo titulado El móvil en el ABC, el ocho de agosto de 1999. Todo lo que expresemos sobre esta tecnología, dentro de diez años ya estará pasado de concepto, faltarán datos, argumentos, razones, porque dentro de una década ya estaremos en otra situación, el Gran Hermano de Orwell, ha aparecido, sin nosotros saberlo y conocerlo. Como siempre, las nuevas tecnologías aparecen, siempre como los niños de Edison, sin saber, el valor que tendrán o no. 

Recuerdo cuándo se plantearon periódicos en hojas electrónicas, que podrían escribirse y reescribirse cada día. Aquel experimento se quedó en la cuneta de los intentos empresariales. Supongo que en algún museo del mundo quedará un ejemplar. Pero la tablet que es un móvil un poco mayor, o el móvil que es un ordenador que no ha comido suficiente proteínas y por eso no ha crecido, o la tablet un sistema intermedio, que solo le ofrecieron pasteles de pequeña, y creció un poco más. Hoy, podemos indicar que el periodismo ha cristalizado en lo que denominan periodismo digital, que no solo es cambiar las hojas de papel por sistemas de base electrónica, sino que cambia toda la realidad en sí. 

Toda la realidad de la información y de la interpretación de la información. Hoy, diríamos que esta se produce, en varios modos o medios: se puede captar por un ordenador, una tablet, un móvil. Parece una diferencia pequeña, pero el ordenador por lo general, puede ser móvil al mismo tiempo, llevarse sobre las piernas, pero el móvil y la tablet puede pasear llevados por seres bípedos caminantes por las calles. Te encuentras ejércitos de personas andando, en cualquier ciudad Occidental, en/con la mano ese instrumento. De diez que cruzas tus miradas con sus sombras bípedas semirracionales, más de la mitad están mirando ese artilugio, que como toda técnica, ya no los recordó el viejo maestro polémico y en crisis, Heidegger. Toda técnica es más que técnica… 

Tenemos dos realidades de unidades de emisión de información y noticias, y de interpretación y argumentación de esas noticias. Diríamos, las personas autónomas e independientes, que en sus redes, y, después, pueden terminar en la mar de uno o miles o cientos de miles de receptores, exponen su interpretación del mundo. Entre otros de las informaciones concretas sociopolíticas, culturales, económicas, sociales, sanitarias, etc. 

Y, la otra entidad emisora de información, son los equipos de personas que forman y conforman una escultura que denominamos periódico, que al menos, ha tenido una evolución de cuatro siglos, desde las hojas sueltas publicadas en imprenta, hasta cuadernillos de varias hojas, expresando información, y, pasando por todas las etapas tecnológicas del casamiento de Gutemberg con las fases y etapas de la Era Industrial. 

Estos equipos de personas, que son los que regentan el instrumento o entidad o ente, que denominamos periódico, están haciendo el trasvase del periódico de papel, al periódico en base de bits de información –se dijo hace unos lustros que el papel en periódico terminaría en el 2026-. Estas personas, por lo general, habiendo estudiado una carrera, ahora denominada de ciencias de la información, o, llevando mucho tiempo en la profesión –no olvidemos que los grandes periodistas, al menos de España, hasta los sesenta no habían pasado por las Facultades de Periodismo-. Y, un tercer reguero o fuente, que tiene su raíz, en los escritores literarios o de otras materias, que se acercan a exponer ideas y argumentos al bosque del periodismo y del periódico. 

Sin llegar a Bretón, Fernán Caballero, Alarcón, Larra y los tatarabuelos del periodismo de opinión o literario –no entramos en las otras materias y géneros-, pasando por los finales del siglo diecinueve, y, la primera mitad del siglo veinte, antes y después de la guerra de las banderas-ideologías-hambre, -o mejor dicho, que a los bisabuelos los llevaron o arrastraron sin querer-desear, a algunos fueron abuelos, otros, todavía a padres-. Pues nuestros antecesores, igual que indican que toda la literatura de esta Celtiberia se divide, entre Cervantistas y Quevedistas… en el teatro del artículo/columna periodística de opinión/literaria/personal se divide entre Camba/Ruano o entre Alcántara/Umbral, entre Cambistas/Ruanistas o entre Alcantarinos/Umbralianos, o, la mayoría realizamos-construimos hibridaciones/combinaciones entre ambos estilos… 

En esa dialéctica, diríamos, metodología, nos movemos y removemos en nuestros asientos, percibimos-interpretamos-conectamos con el mundo, usted y yo, en las temáticas de la opinión entre la belleza-literatura y la información-noticia y la interpretación-filosófica y social. Y, el móvil-ordenador-tablet es el nuevo sistema que ha nacido para crecer. Sin todavía prever el final de las ramas del árbol, ni sus frutos, sean manzanas o nueces o peras… 

http://filosliterarte.blogspot.com.es      © jmm caminero (30 abril-04 mayo 2022 cr). 

Fin artículo 2.998º: “El móvil, el nuevo periódico”.