(Jmm Caminero) Estamos olvidando a velocidades enormes, que posiblemente, el ser humano individual no solo sea carne y mente, sino que también sea alma-espíritu inmortal.

Luis Rodales, publicó en (suplemento cultural del periódico Arriba), el 16 de febrero de 1942 un artículo titulado El sabor del milagro, que nos narra, los acontecimientos sucedidos en Úbeda, el 13 de diciembre de 1591, en definitiva la muerte-tránsito de Juan de Yepes-Juan de la Cruz.

En un tiempo aquel, que este reino o estos reinos, estaba intentando sedimentar un imperio, que tenía abiertos enormes frentes en Europa, que existían crisis económicas que se sucedían como olas que van a besar las costas. En esos tiempos, el hombre, rico o pobre, noble o plebeyo, rey o vasallo sabía o creía que saber, que no solo era un ser, que tenía cuerpo-carne y psique-mente, sino también alma-espíritu inmortal, que tenía que responder de ella y ante ella y ante el Tribunal del Buen Dios.

En una época que el ser humano sabía que vivía y existía en una Sociedad, que estaba inserto en una Cultura, y en una Naturaleza, pero que uno de los papeles más importantes de su deber-derecho es/era cuidar su alma inmortal, para que se salvase, para que él, como individuo eterno en un destino eterno pudiera estar eternamente al Lado del Buen Dios…  Y, para ello, tenía que vivir, da lo mismo el oficio o profesión o clase social o estado de vida, debería vivir en virtud y en buena moral y en estado de gracia de su alma, estar en virtudes naturales y sobrenaturales en gracia… Hubo tiempos que muchas personas leían o escuchaban y sabían vidas de santos y santas, que le ayudaban a entender el mundo, no solo con ojos materialistas o sensualistas sino también con el Espíritu-alma…

Quizás, recordar, que durante siglos, la inmensa mayoría de los europeos, bajo unas interpretaciones u otras, creían en esto. Recordar esta realidad o concepto o enunciado, hoy, es/sea necesario. Porque esas convicciones, son la esencia y la raíz y el fundamento de donde ha brotado y emergido Europa y Occidente. Si Europa y Occidente ha sido y es, todavía, un gran árbol, es porque ha sido capaz de unir cristianismo y sociedad y Estado y economía y cultura. Unir o relacionar o interrelacionar, de las formas y maneras diversas y diferentes…

Se produce una realidad curiosa, en Lima, hacia 1600, una ciudad, que tendría alrededor de cincuenta mil habitantes, en esos tiempos, coincidieron venidos de dentro o nacidos en ella, si mi memoria no me falla, cinco o seis personas que terminaron después por ser beatificados y canonizadas. ¿Qué realidades se produjeron, para que en cuatro o cinco décadas, coincidieran varias personas que después fueron canonizadas? ¿Todavía estaban vigentes, en el pueblo, en la mayoría del pueblo, la necesidad de que había que cuidar del alma-espíritu inmortal, cada uno, tenía muchos deberes… y derechos… pero uno, el más esencial era el de salvarse…?

Se produjo en aquellos momentos, que por ejemplo, el virrey español que estaba en Lima, al saber, que estaba en sus últimas horas, Martín de Porres, fue a visitarlo, y dicen, que se sentó, en una especie de caja, y habló unos momentos con él. Y, dicen, que le pidió que cuando estuviera en el cielo, Martín de Porres, se acordase de él, y, que intercediese ante Dios, para que él, pudiese regir estas tierras, es decir, media América del Sur, con justicia y equidad, y así, él, también un día pudiese salvarse…

¿Díganme ustedes, en qué lugar del mundo, y bajo que cultura, se pudo producir, estos dos fenómenos que narro, dos entre docenas o cientos que se podrían contar…? ¿Solo se pudo producir en una cultura en la que el cristianismo era esencial, en la que el catolicismo era esencial…? La historia de España, ha tenido mala suerte, porque después, se produjo la independencia o emancipación de América del Sur, después, empezaron las nuevas tecnologías de la información, y los países nuevos, no quisieron recordar todo lo bueno, que España había hecho en sus territorios –sin negar negruras u obscuridades-.

En aquellas horas, de 1591, Juan de la Cruz-Yepes, estaba luchando entre la tierra y el cielo. Porque, parece ser, que en la historia y biografía de muchos santos y santas, en las últimas horas, también tienen que luchar contra el Tentador, que intenta que se desesperen, que abandonen a Dios, que olviden a Dios. No sé si este fenómeno también sucedió en aquellas horas, en Úbeda.

Pero se dice, que igual que si un gran pecador, en el último momento, los últimos minutos, las últimas horas, se arrepiente seriamente, Dios, le dará la salvación y el perdón, si una persona, por muy pecadora que haya sido, si se arrepiente en el último momento-horas, encuentra el perdón de Dios,

También, dicen algunos tratadistas, que todos sufrimos, o sufriremos, también los que son santos, los que han llevado una vida de santidad y de perfección, sufren el último combate, se les tienta por el mal hacia la desesperación o recordándoles errores que pudieron cometer hace mucho tiempo, para que no esperen la infinita misericordia del Buen Dios. El Buen Dios que siempre está esperando, que siempre te está esperando…

http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm  © jmm caminero (16-20 julio 2022 cr).

Fin artículo 3.117º: “El sabor del milagro”.