A pesar de las diferencias, el café y el vino tienen bastantes puntos en común.
Aunque son dos bebidas muy diferentes, tanto por los momentos en los que se consumen como por sus características, la realidades que el café y el vino tienen mucho más en común de lo que parece. Los dos pueden ser auténticas joyas gastronómicas, ingredientes con los que realzar el sabor de algunas recetas y hasta los responsables de que una velada sea agradable o una experiencia para olvidar. Pero también hay otros aspectos en los que se parecen tanto que se les podría catalogar de familiares.
Origen natural
El primer punto en común que se puede destacar es que ambos proceden de la naturaleza. El café procede de la planta del cafeto, mientras que el vino se hace con uvas, el fruto de la viña. Es curioso que las dos plantas tengan un tamaño similar, además de que las condiciones de cultivo determinan el sabor, la calidad y los matices que cada variedad ofrece.
Consumo en todo el mundo
Otra cosa que comparten es que son bebidas que se toman en todo el mundo. Tomar un café o una copa de vino son habituales vayas donde vayas, por lo que no te costará encontrar un sitio en el que disfrutarlo. Eso sí, cada zona suele tener su propio estilo, por lo que igual el concepto que tienes de un buen vino o de un delicioso café no es el mismo que el de la persona que te lo está sirviendo en el otro lado del mundo.
Innovación continua
A pesar de que los dos productos se valoran por su naturalidad, no deja de buscarse la innovación, tanto en el sabor como en la forma de prepararlos. Hoy, podemos encontrar las conocidas cápsulas de café, que se pueden adquirir en supermercados y tiendas online, como en esta web. También hay nuevos formatos para el vino, más allá de la clásica botella de cristal, que algunos consideran una moda pasajera.
En cuanto al sabor, el vino y el café se adaptan para gustar a todo el mundo. Por eso, es posible encontrar siempre un sabor que te convenza. Puede que tengas que probar muchas veces hasta conseguirlo, pero el esfuerzo bien vale la pena.
Especialistas en el producto
Al igual que hay expertos en catas y degustaciones, que determinan cuáles son los mejores vinos tintos de España, los espumosos más recomendables o el mejor vino del año por su cosecha, sabor y características, el café se cata y analiza para determinar los matices, el cuerpo y hasta cuál de ellos es el adecuado según el momento del día. No es lo mismo el café del desayuno que el de después de comer, de la misma manera que el vino blanco es para unos platos y el tinto para otros. Grupos de expertos son los que recomiendan cuál es el mejor para cada caso.
También es verdad que, cuando estamos en casa, probablemente hagamos caso omiso de las sugerencias. Otro aspecto que comparten estas dos bebidas.
Café y vino. Dos productos muy diferentes, pero tan similares que parece que estemos hablando solo de uno. No tienes que decidir cuál de los dos te gusta más, porque se complementan a la perfección. Al fin y al cabo, ¿no están los dos siempre que disfrutas de una velada en un restaurante?