(A. J. J.) Son numerosos los casos de robos o hurtos que se producen contra personas mayores, bien en su domicilio, en la calle, cuando van a sacar dinero del banco etc. Por desgracia hay personas sin escrúpulos que con el único empeño de cometer el robo fácil, no dudan a la hora de elegir a sus víctimas, siendo las más vulnerables, las personas mayores, utilizando incluso la fuerza si fuese necesario.

Los métodos que usan estos delincuentes pueden ser varios; pueden presentarse en el domicilio donde saben que reside una persona mayor y engañarle con cualquier excusa para que le deje pasar, bien pidiendo un vaso de agua, que va a realizar la revisión del butano, que le va a entregar alguna cosa etc.

NUNCA se debe dejar pasar a la vivienda a ninguna persona desconocida, si nosotros no hemos llamado para que nos revisen nada, nunca hay que dejar pasar a nadie y si nos vemos en el caso, siempre llamar a la Policía y solicitar que se personen en el domicilio.

En la vía pública es donde se da el mayor número de robos, en estos casos, los ladrones eligen a su víctima por el oro que lleven, el reloj o cualquier otro motivo y les hacen un seguimiento. Cuando encuentran el momento oportuno, le aborda una persona, normalmente suele ser una mujer, que con cualquier tipo de caricia amistosa, o alguna otra distracción, le sustrae aquello que tenga valor, utilizando la fuerza si fuese necesario. Acto seguido alguien está esperando al ladrón o ladrona en un vehículo y se marchan rápidamente del lugar.

Otro de los casos más denunciados son los de jubilados que se acercan al banco para cobrar. Los ladrones se las saben todas y como es normal conocen perfectamente el día que los pensionistas se dirigen al banco para realizar el cobro. En estos casos siempre se encuentra algún cómplice en el interior del banco y cuando observa que alguien ha sacado una cantidad sustanciosa de dinero, da aviso a sus compañeros de robo, le hacen un seguimiento y cuando ven el momento oportuno, les abordan y al igual que en el caso anterior, se buscan cualquier excusa para engañar a sus víctimas, desde un gesto cariñoso, hasta que tienes una mancha en la ropa y se ofrecen a limpiarla.

Ante cualquiera de estos casos, NUNCA se debe confiar en ningún extraño, no debemos dejar que se nos acerquen, siempre debemos evitar el contacto directo y si es posible, cuando vayamos a una entidad bancaria a sacar dinero, intentar ir acompañado.

Si alguna vez nos encontramos en una situación similar a las descritas, lo mejor que se puede hacer es no dejarnos engañar y avisar a la Policía de lo que está sucediendo.