Alhaurín de la Torre volvió a rendir homenaje al Corpus Christi con una emotiva procesión que recorrió las calles del centro urbano, acompañada por numerosos fieles, vecinos y niños y niñas vestidos con sus trajes de Primera Comunión. La celebración, que constituye una de las más arraigadas del calendario litúrgico local, estuvo marcada por la devoción, el respeto y el simbolismo que caracteriza esta festividad.
La jornada arrancó con la tradicional misa parroquial a las 9:00 de la mañana, tras la cual dio comienzo el cortejo procesional del Santísimo Sacramento, que recorrió diversas calles del casco antiguo. La solemne comitiva estuvo acompañada por la Banda Municipal de Música de Alhaurín de la Torre, que interpretó marchas religiosas y piezas significativas como Pescador de hombres en el inicio, y el Himno Nacional en los momentos de bendición.
Altares y participación ciudadana
El recorrido fue engalanado con distintos altares efímeros, elaborados con esmero por hermandades, asociaciones y familias del municipio. Cada uno de ellos reflejaba la implicación y el respeto de la comunidad hacia esta festividad.
Entre los altares más destacados se encontraba el de la Cofradía de los Verdes, presidido por el Lignum Crucis como elemento central. El tradicional montaje del Barrio Viejo volvió a ser uno de los más visitados, mientras que las vecinas de la plaza de San Sebastián sorprendieron este año con la incorporación de cañas veras, un guiño a antiguas costumbres locales.
También participó la familia Peña Morales, que mantiene viva esta tradición generación tras generación. La Agrupación Rociera, por su parte, repitió altar junto a la casa de Sebastián “el Caracol”, consolidando así su aportación desde el año pasado. El itinerario concluyó con el altar de la Hermandad de los Moraos, presidido por una imponente imagen de la Inmaculada Concepción.
Una muestra viva del patrimonio religioso
El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, quiso acompañar también a los feligreses durante todo el recorrido, reafirmando su respaldo a las tradiciones religiosas y culturales del municipio. La procesión finalizó con la entrada del Santísimo en el templo parroquial y la bendición final por parte del párroco, don Manuel Córdoba.
El Corpus Christi dejó, un año más, una estampa entrañable de devoción, tradición y unidad vecinal, consolidándose como una de las celebraciones religiosas con mayor participación del calendario local.