La crisis del coronavirus ha sido fatal para la mayoría de sectores profesionales. Los principales titulares de prensa se han centrado, por motivos obvios, en la sanidad y la hostelería. Sin embargo, no son los únicos: la enfermedad ha atravesado todos los sectores sociales y ha resultado perjudicial para cualquier tipo de profesionales.

Uno de ellos es el de la venta y distribución de flores. «Evidentemente, los tres meses de encierro han sido fatales para la venta de ramos, cestas y otro tipo productos», explican desde Telerosa, empresa líder de la venta de flores por Internet: «Pero las consecuencias no se acabaron allí, y es algo que todavía arrastramos», reconocen.

Y es que la llamada ‘nueva normalidad’ también ha seguido perjudicando a la venta de flores: retrasos de bodas, bautizos y comuniones, cancelación de eventos que utilizaban ornamentación floral y, sobre todo, uno de los grandes demandantes de flores: el sector religioso.

La cancelación inédita de las fiestas de Semana Santa o de eventos como la celebración del día del Pilar, en Zaragoza, han sido la puntilla para un núcleo profesional que han visto reducidas sus cuentas desde que la palabra Covid-19 llegó a nuestras vidas.

Lo demuestran las cifras oficiales: la venta de flores para la ofrenda a la Virgen del Pilar, el pasado 12 de octubre, fue prácticamente testimonial.

«La limitación de aforos, la baja actividad turística y la ordenanza que limitó únicamente a 20 000 los ofrendantes de flores a la talla» hacían prever el fracaso de la venta, cuestionan desde la compañía, que señala que el total de flores adquiridas, tal y como preveía la Asociación de Floristas de Aragón, acaso llegó al 10 % de las que salían de los comercios locales y online en esa fecha y en años previos.

Un fracaso anunciado

Que la limitación de aforo en la adoración y ofrenda a la Virgen del Pilar fuese cerrada en 20 000 personas era crónica de una muerte anunciada para el sector de las flores. «Comparar esta cifra con las casi 300 000 que venían en otros años es dolorosísimo; hay que comprender la realidad por la que estamos pasando y la necesidad de medidas de protección personal, pero hay que pensar también en cómo revitalizar el sector», demandan en Telerosa.

Sin embargo, no todo es negativo: las posibilidades de venta online y la cada vez mayor apertura de la actividad social parecen estar devolviendo la vida a un sector que lo ha pasado mal y en el que se han registrado numerosos cierres.

El Día de Todos los Santos, las celebraciones de Navidad y los días del padre y la madre que se celebrarán en lo que resta de año y durante 2022 son un buen momento para valorar cómo se encuentra el ánimo de los clientes por adquirir flores y confirmar si el núcleo de empresas de venta de flores puede refortalecerse poco a poco.

«Nuestro principal objetivo es volver a vivir sin tener que pensar con ansiedad en el día a día, algo que parece que comienza a ocurrir gracias al apoyo de nuestros clientes más fieles», afirman esperanzados desde la empresa de venta de flores Telerosa