Desde que apareció esta Laguna, con una importante lámina de agua, en el proceso de construcción de la nueva barriada de Soliva, en la zona de expansión urbanística de Málaga hacia Campanillas, los vecinos de esta barriada han venido defendiendo el mantenimiento de la misma.

Este espacio lacustre de dimensiones considerables atrae a una fauna palustre (fochas, pollas de agua, abejarucos, etc.), que aprovecha el nuevo ecosistema y permite también el desarrollo de un entorno botánico con abundante vegetación acuática, carrizos y eneas. No obstante, el terreno sobre el que se asienta esta laguna es de propiedad privada, y se encuentra calificado actualmente como suelo urbanizable sectorizado, donde está prevista la construcción de viviendas VPO, equipamientos y zonas verdes, estas últimas con una extensión de 43.000 m2 (por qué no incluir entre ellos a la Laguna ?).

En reunión mantenida por Equo Málaga ciudad con miembros de la Unión Alternativa Málaga, asociación vecinal de la zona, estos hacen un llamamiento urgente, casi desesperado, a la preservación de la laguna de Soliva, ya que el Ayuntamiento de Málaga les ha informado de que continúan con el Plan de actuación urbanística previsto. Y esta actuación contempla, entre otras intervenciones, la construcción de un vial sobre la propia laguna y su desaparición por tanto.

Equo Málaga ciudad quiere demandar del Ayuntamiento de Málaga, y en concreto de su Alcalde Francisco de la Torre, que cumplan con sus compromisos en materia medioambiental. Y la Carta Verde de Málaga suscrita en 1995 es el más importante, ya que compromete a todas las instituciones, en el marco de una ciudad sostenible, a preservar los espacios naturales y yacimientos de aguas por encima de cualquier desarrollo urbanístico.

Atendiendo a parámetros internacionalmente utilizados para evaluar la calidad ambiental de las ciudades, como el índice de Singapur, habría al menos tres buenas razones para que el Ayuntamiento de Málaga convirtiera este espacio y la lámina de agua de Soliva en un valor ambiental y social para nuestra ciudad. Ello contribuiría a mejorar algunos de los indicadores que se evalúan para generar este índice:
1.‐ Aunque se trate de un área surgida de la actividad antropogénica (actividad humana), el acondicionarla y gestionarla como zona verde supone incrementar la diversidad biológica de la zona, propiciando la presencia de aves en la misma y buscando el mantenimiento de la vegetación y flora mediterránea, que supondrá una mejora sustancial desde la perspectiva de la diversidad vegetal y, lo que es casi más importante, de los servicios ecosistémicos que se beneficiaran de ello.

2.‐ Adicionalmente supone un valor recreativo y educativo, y contribuye directamente a mejoras para la ciudadanía que vive próxima, tanto a nivel de su salud como en su compromiso social como ciudadanos que participan y cooperan en objetivos comunes, en la medida que estos estén involucrados en la gestión del espacio.

3.‐ El espacio también provee cierta continuidad con otros espacios verdes próximos, como el de la laguna de la Colonia de Santa Inés, y a mayor escala con el propio Parque Natural de los Montes de Málaga con el que podría conectar vía Puerto de la Torre, donde ya existen senderos señalizados que trasponen hasta el Pantano del Agujero en las propias puertas del Parque Natural.

Por ello, la co‐portavoz de EQUO Málaga ciudad Carmen Molina, exige del gobierno municipal del PP la conservación de este espacio natural, y por tanto debe poner en marcha los mecanismos y recursos necesarios para evitar su desaparición, tan solo es cuestión de voluntad política y de convencimiento en el bien común