GLOSAS A LAS DROGAS, AL EMIGRANTE Y A LA CORRUPCIÓN

Antonio Serrano Santos

 

 

 

 

 

 

 

Glosa, con todo respeto, del tango “Volver”, de Carlos Gardel (Hay que cantarlo para coger el ritmo y el sentido)

 

Volver

a las drogas malditas

que al paso del tiempo

robaron mi bien.

Sentir

que es un soplo la vida,

que la droga no es nada,

que, febril la mirada,

errante en las sombras

las buscas y la nombras.

Se adivina el hormigueo

de los pasos que a lo lejos

van marcando mi retorno.

Son los mismos que marcaron

con sus pérfidos manejos

hondas horas de dolor.

Y, aunque no quise el regreso,

siempre se vuelve

desde el primer “colocón”.

Vivir

con el alma aferrada

a un triste destino

y llorar una y otra vez.

Tengo miedo del encuentro

con la droga que vuelve

a enfrentarse con mi vida.

Tengo miedo de las noches

que pobladas de estos sueños

me encadenen, al final.

 

Glosa, con humor y respeto, de “El Emigrante”, de Juanito Valderrama.

(Hay que cantarlo para coger el ritmo y el sentido)

 

Tengo que hacer un rosario

con las cosas que viví

para que pueda contarlo

cuando me aleje de ti.

Sobre las cuentas” divinas”,

presupuesto para sobrevivir,

rezaré para que alguien

completarlo pueda por fin.

Adiós mi España querida,

dentro de mi alma

te llevo escondida.

Y porque soy un currante

jamás en la vida

yo podré ayudarte.

Cuando salí de mi tierra,

volví la cara llorando

porque a mí España querida

ya la estaban cambiando.

Llevaba por compañera

mi religión, mi vivir,

un recuerdo y una pena

por no poderla vivir.

Yo soy un pobre currante

y traigo a cualquier tierra extraña

en mi pecho y “pa” lante

la bandera de España.

Con mi patria y con mi Virgen,

la de mi fe infantil,

Y mi rosario de penas

yo me quisiera morir.

Glosa, con humor y respeto, de “Cocinero, cocinero”, de Antonio Molina.

(Hay que cantarla, el que pueda, je, je…, para coger el ritmo y el sentido)

 

Justiciero, justiciero, estudia bien la querella

y prepara con esmero una justa sentencia.

Justiciero, justiciero, aprovecha la ocasión

que el futuro es oscuro,

que el futuro es oscuro,

¡ayyyyyyyyy…!, con tanta corrupción.

Corrompiendo se dan una maña

que fuera de España no hay quien corrompa mejor;

y con arte se prepara argumentos

con abogados-talentos lo más superior.

Sin pensarlo, de repente,

aparecen casos y casos tan feos

que, al juez más exigente,

que al juez más “exigenteeeeeeee” se le escapan por los pelos.

Si juzgando se forma el ovillo,

se canta un tanguillo para la confusión,

y por arte de birlibirloque, sin que nadie la toque,

aparece la prescripción.

Y a corruptos nadie les gana porque sale la mar de barato,

y se pasan las semanas,

y se pasan las semanas de trato y más trato.