La estética diáfana ha ganado terreno en los espacios de trabajo en los últimos años: las tendencias decorativas y el gusto actual se basa en apostar por zonas amplias, abiertas y luminosas. Sin embargo, esto entra en conflicto con la necesidad de intimidad o silencio que requieren algunos profesionales.

Esto hace que muchos empresarios se pregunten por cuál de las dos opciones conviene apostar. Ante esto, los especialistas en interiorismo se cuestionan sobre si es necesario elegir: con la simple ayuda de una empresa especializada en carpintería de madera se pueden crear espacios tan funcionales como estéticos.

La solución es sencilla: basta con instalar mamparas separadoras. Estas estructuras no suponen un límite visual, pero sí que generan diferentes habitáculos que aíslan el ruido y ofrecen un poco de intimidad para desarrollar reuniones, reunirse con clientes o, simplemente, separar a unos equipos de otros.

La estética no está reñida con la funcionalidad

La instalación de vinilos personalizados, grandes paredes de cristal y mamparas para oficinas están a la orden del día. Son muchas las empresas madrileñas que se ponen en manos de profesionales para convertir sus espacios de oficinas en lugares estéticos, en los que apetezca estar, sin por ello perder ni un ápice de funcionalidad.

Esta es una solución combinada para optimizar el uso del espacio disponible, aportando privacidad y fomentando la concentración del personal, que en espacios abiertos puede dejarse llevar por conversaciones de terceros, ruidos, etc.

Pero estas no son las únicas ventajas de colocar mamparas oficina en el espacio de trabajo. Quienes ya han probado esta opción en Madrid destacan otros puntos fundamentales:

Versatilidad

Las mamparas se pueden montar fijas o sobre estructuras móviles. Esto permite que las empresas adapten sus espacios a las necesidades de cada momento. Por ejemplo, si se va a recibir a un nutrido grupo de clientes, se pueden eliminar los muros de madera y cristal para generar salas de reuniones más amplias.

Las conocidas como mamparas modulares pueden volver a su posición original al finalizar este encuentro y crear pequeñas salas de trabajo individualizadas.

Aumento del confort

Las mamparas también cumplen con un papel protagonista a la hora de aumentar el confort de los trabajadores.

Entre sus características está la de reducir los ruidos del entorno, pero también contribuyen a crear zonas más aisladas, donde se puede individualizar el uso de la calefacción o el aire acondicionado dependiendo de las circunstancias.

Diseño

La estética es otra de las cosas positivas que pueden aportar las mamparas separadoras. Los mejores carpinteros de madera son capaces de crear estructuras modernas, en sintonía con el resto de la decoración del espacio. De esta manera, la mampara apoya la estética de la marca y contribuye a mejorar la imagen de la compañía de cara no solo a los trabajadores, sino también a proveedores, socios y clientes.

Todos estos valores hacen que cada vez sean más los directivos que apuestan por estas estructuras para dar un giro a sus lugares de trabajo y mejorar su rendimiento y la forma en la que se ven tan solo con la colocación de un elemento accesorio y de fácil instalación.