En los últimos años el fútbol español se ha impuesto a nivel mundial, tanto por lo que concierne los clubes como en el caso de los resultados de la selección nacional, que ha ganado dos Eurocopas y un mundial del 2008 al 2012. Es por esta razón que la Liga ha visto aumentar su calidad de juego y su nivel de jugadores, tanto que ahora es vista como una de las mejores, por no decir la mejor liga del planeta. El juego de toque y de posesión, con una idea global de ataque y de otorgar a los aficionados un espectáculo digno y siempre vivo, es una de las bazas del fútbol ofrecido en la Liga y, de paso, últimamente tanto hinchas como directivos se han puesto muy exigentes con los entrenadores que ocupan el cargo en sus equipos. Por ende, el listón se ha puesto muy alto en la Liga y, de paso, la paciencia de los directivos ha ido bajando conforme no se tuvieran resultados o actuaciones de nivel.

Uno de los últimos casos de extrema severidad de una directiva con un entrenador es la huida del técnico italiano Cesare Prandelli del Valencia, cuyos jefes le habían prometido una serie de fichajes que finalmente no han llegado, para que el equipo pudiera volver a competir y salir de una crisis de resultados y de juego que había hecho peligrar la permanencia en Primera División. El caso del entrenador italiano es uno de los más impactantes pero no es el único: de hecho el primero de la temporada ha sido el de Marcelino, entonces técnico del Villarreal, que ha sido despedido a principios de temporada por discrepancias con la directiva y ha sido reemplazado por Fran Escribà. Sin embargo está claro que el caso del Valencia es muy grave, ya que este año el equipo levantino ha cambiado 4 veces entrenador: a principios de temporada estaba Paco Ayestarán, despedido en la jornada 4 para ser sustituido con Voro, hombre de la casa. Prandelli llegó en la jornada 7 para irse 8 semanas después, y ahora es nuevamente Voro el que ocupa el banquillo ‘Che’. 

 

Otro caso peculiar es el del Málaga, que desde la llegada de Michel acumula ya tres técnicos en lo que va de campaña: desde Juande Ramos, que duró hasta la jornada 16, hasta el ex técnico del Marsella, ha habido un periodo de 10 jornadas en el que el entrenador había sido Gato Romero, que sin embargo no ha acabado satisfaciendo directiva y aficionados. En cambio, los tres cambios en el banquillo de Osasuna, que empezó con Enrique Martín, fichó a Caparrós en la jornada 11 y en la 16 dio el mando a Vasiljevic, parece no tener solución, con el conjunto navarro ya destinado a volver a Segunda.


La Liga es un campeonato duro y exigente, y los que lo pagan en primer lugar son casi siempre los entrenadores, como bien hemos visto este año.