(Rafael Alfonso Alfaro García.) DATOS Y CITAS: Cortesía de Wikipedia.

Es un templo católico situado cerca de Peciña, en el municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra (España). Se encuentra aislada sobre un collado entre dos cerros y es el edificio más completo y mejor conservado del románico en La Rioja, habiendo sido construido en el XII, sin grandes añadidos posteriores.

Se encuentra en la ladera sur de la sierra de Cantabria, sobre una colina que domina el valle del Ebro, a 1 km de Peciña y Ábalos y a 3 km de San Vicente de la Sonsierra, a cuyo municipio pertenece. Se accede a ella desde la carretera que conduce a Peciña, encontrándose a la derecha una pequeña zona de aparcamiento y un camino que conduce a la ermita.

Tumbas antropomórficas.

Junto al lado este de la ermita, sobre una ladera suave que desciende hacia el valle, se encuentra una necrópolis de repoblación, con tumbas datadas entre el X y el XIV. Se han encontrado 49, aunque hay cuatro más junto al muro este de la iglesia, próximas al ábside. Las de mediados del siglo x son antropomórficas, talladas en la roca caliza del suelo; las del siglo xii son de lajas y el resto, del siglo xiii y el siglo xiv, son sarcófagos exentos.

La existencia de tumbas anteriores a la construcción de la ermita evidencia que la zona estuvo poblada antes de la elección de este sitio para su construcción.

 

Dolmen de La Cascaja.

Es un dolmen de los denominados «de corredor» y su estado de conservación es bueno, manteniendo casi toda la estructura del monumento funerario.

Su acceso se encuentra a unos 300 m de la ermita en dirección a la villa de Peciña. Un puente a la izquierda de la carretera cruza el arroyo Los Pozos, desde donde a la izquierda se ve una pequeña elevación geográfica junto a la que se encuentra el monumento.

El corredor de acceso se encuentra dividido en dos partes. En el interior, seis losas de piedra arenisca conforman la cámara, formando un recinto hexagonal de 1,80 x 1,70 m.

Fue descubierto el 5 de agosto de 1953 por Domingo Fernández de Medrano, quien lo desenterró junto con Basilio Osaba, encontrando restos humanos de unos 31 individuos, además de piezas de sílex, cerámica y una punta de bronce.

CONCLUSIONES:

Desde luego lo importante no es la ermita; sino lo que hay alrededor y dicen que es una necrópolis ¿Cómo no? O tumbas o templos, no ven otra cosa. O mejor dicho sí la ven, pero la callan y la silencian. Por eso han plantado la ermita encima de este lugar y dicen que son tumbas.

Solo hace falta mirar para ver que eso que parecen tumbas está sin terminar de construir. Y desde luego no son tumbas, ya que se estaba construyendo con una tecnología que tal vez este un millón de años por delante de la nuestra, por una civilización humana; como ya hemos visto y que fue la que nos creó a su imagen y semejanza en cuerpo y en alma. Y sobre esto último debo decir que la iglesia no nos está mintiendo. Lo que hace tan absurdo como inexplicable que nos oculte estos datos, plantando sobre estos lugares sus ermitas.

Que haya un dolmen en las inmediaciones, quiere decir que esa construcción se estaba utilizando para repoblar la zona de todo tipo de animales. Como ya hemos analizado en capítulos anteriores.