Venía el líder. Solo el mar de Alborán y el Victoria Kent separaban al Unión África Ceutí de tres nuevos puntos que le consolidaran en el liderato. Un auténtico monstruo y un gigante de la categoría que bien puede convertirse el próximo año en equipo de la LNFS como participante de la categoría de plata de fútbol sala. La diferencia en la tabla era enorme. Casi drástica. Pero el 2-0 de la ida ya era una pista clara de que los caballas iban a tener que sufrir. Y así fue. Pero también fue la victoria. Porque el conjunto blanquinegro venció y sumó un nuevo triunfo en su haber (4-7).

Salieron fuertes ambos. No podía ser de otra forma. Nada más ni nada menos que la permanencia para unos y el título para otros. Con más o menos urgencia, Kent y Ceutí aterrizaron con vehemencia. Luna fue el primero en sufrir el primer golpetazo de los de la ciudad autónoma. Tuvo que ponerse los guantes, metafóricamente hablando, para intervenir y salvar con una parada colosal el tanto de We, que pese a su aparentemente inofensivo nombre, rozó un tanto que bien se hubiese convertido en una puñalada al cuello con hierro oxidado. Devolvió la pelota Chechu, tampoco en sentido literal, con una jugada de las que hacen afición que finalmente acabó en córner.

Antes también lo intentó con una contra Juanillo y luego fue Sergio, el meta visitante, el que intervino de forma consecutiva en dos ocasiones. Buen ratito inicial del Victoria Kent que pasó a consolidarse en forma de dominio. Aún así, ni mucho menos los ceutíes renunciaban al ataque. Las salidas rápidas -o intento de ellas- fueron una constante. Luna apareció de nuevo con una parada doble, aunque poco pudo hacer un minuto después para repeler el trallazo de Rubén tras un saque de esquina. Envío perfecto a la escuadra y resultado favorable ya para el líder. Al cuarto de hora de encuentro volvió a pisar el suelo de El Limón Mario Gallardo, que no tardó en celebrar su vuelta con un gol (otra vez tras un córner). Antes, Álex empató con una fantástica jugada que él finalizó, pero que Chechu y Claudio modelaron.

Ese tanto de Álex Sanz parecía ser la igualada antes del descanso. Desde luego que era un gran resultado para el Victoria Kent ese 1-1 de cara a la segunda mitad. Precisamente, un ex del cuadro amarillo se encargó de causar un daño enorme al equipo dirigido por Víctor Quintero. Daño en lo que a lo futbolístico se refiere, claro. Porque el cariño es recíproco y tan grande como dicha injuria. Y ello vino acompañado, ya en la segunda parte, con el tercero de los visitantes. Otra vez, obra de Rubén. Como si del encuentro frente al Cádiz Virgili se tratara. Los nervios del gol provocaron la segunda amarilla -y en consecuencia la expulsión- en Juanillo. También como si de ese partido se tratara. Porque Doblas también la vio en dicha cita.

Todo se volvió en contra para un Kent que pudo salir del paso y aguantar esos dos minutos de inferioridad sin recibir gol alguno. Ya con cinco jugadores, quedaba todavía un cuarto de hora y el marcador permitía réplica y sorpresa (1-3). A falta de diez, en el ecuador del segundo acto, Liam Palfreeman, internacional con la selección de Inglaterra, hizo el cuarto para dejar el choque mucho más cerca para los caballas. Trató de rehacerse el conjunto de Víctor Quintero aunque con muy poco éxito. Tanto que vino el quinto en el 35’ para dejarlo todo listo para la sentencia. Y eso que Álex se encargó de negarlo. Doblete prácticamente consecutivo -y triplete en particular- para dejar un final emocionante aún con tiempo por delante (3-5).

Se vio obligado el técnico visitante a parar lo que podía llegar a ser -de haberse llegado a completar- una remontada casi sin precedentes. Juego de cinco mediante, intentó Víctor Quintero alcanzar la heroica. Nada que perder con dos goles por debajo y mucho que poder llegar a ganar. Un fallo en el ataque de los locales permitió a Sergio, el meta del Unión África Ceutí, poner el sexto. Y dos minutos después, el séptimo. Otra vez Rubén para anotar el tercero para él en su cuenta particular. Hueso, ya en los segundos finales, maquilló el resultado a falta de unos cuantos segundos sin ya opciones para hacer nada por intentar rascar puntos ni para evitar una derrota que puede entenderse como justa por el nivel de los visitantes, siempre un paso por delante, por el acierto en ataque y el alto nivel impuesto durante todo el choque, aunque en todo momento contra un rival que no lo puso fácil y que compitió en todo momento (4-7).