Durante los últimos doce meses, el mundo ha dado un vuelco por completo. Lo que empezó siendo un confinamiento para evitar contagios se ha convertido ya en prácticamente un año de pandemia y, aunque poco a poco se empiece a ver la luz al final del camino, la senda sigue siendo larga y tortuosa.
Son tiempos difíciles para mantener los ánimos elevados. De hecho, un estudio reciente de la revista Psychiatry Research confirmaba que los casos de ansiedad, depresión y estrés postraumático se han multiplicado por cuatro, tres y cinco veces respectivamente. Y sí, todo ello a raíz de esta anómala situación.
La salud mental se tambalea más que de costumbre, y eso también está dejando su huella en las relaciones de pareja, sobre todo en la parte más íntima de estas. No es una afirmación baladí, en estas circunstancias, la líbido de muchas personas cae por los suelos, y más con esos antecedentes que afirman los estudios.
El estrés, principalmente, está pasando una mala factura a la vida sexual de muchas parejas, algo que poco a poco ha ido apagando la llama de la pasión y ha hecho que se caiga en una dura y monótona rutina. También en una más peligrosa que de costumbre, porque la sombra del miedo al virus está siempre presente.
¿Significa eso que no hay vuelta atrás? Por supuesto que no. Toda llama puede avivarse si se trata de la forma adecuada. Y sí, por mucho que el deseo se haya suavizado por todas las complicaciones que nos rodean, siguen existiendo formas de recuperar esa pasión perdida, de hacer que la líbido vuelva a los niveles adecuados, de volver a pasarlo bien con tu pareja y perderos entre las sábanas.
Así podéis recuperar el deseo en la pareja
Para muchos, la idea de pasar 24 horas encerrados en casa con pareja parecía el contexto perfecto para dar rienda suelta al amor y las locuras. Algo que realmente pudo suceder al inicio de la pandemia pero que, con el paso del tiempo, ha resultado ser más un lastre que un aliciente.
La falta de variedad en el día a día hace que, de un modo u otro, las ganas se vayan esfumando. Aparece un cansancio extraño, la fatiga se extiende, los dolores de cabeza y mil y una razones para querer entrar en la cama para dormir a pierna suelta.
Por eso, algo que recomiendan los especialistas en primer lugar es tratar de apartar cierto tiempo al día para dedicarlo a la relación, para hacer actividades juntos. Buscar algo de variedad en este frente, experimentar con los hobbies de uno y de otro, probar cosas distintas.
Y sí, con esas cosas distintas también cabe la posibilidad de tantear juguetes sexuales en algunas tiendas especializadas. Nunca se sabe qué puede traer consigo una sorpresa totalmente placentera, y qué se puede convertir en una nueva práctica que explorar para no solo disfrutar del placer, sino también de la diversión de las relaciones íntimas.
Por otro lado, el aspecto hace mucho. Por más que la moda comfy se convierta en tendencia, esta lleva a descuidarse estéticamente. Y no hay nada peor para el atractivo que lucir despeinado, en baja forma o con ese “moño de batalla” que siempre se usa en los días de limpieza a fondo.
Bien es cierto que, cuando hay niños en casa, la cosa se complica más. Los peques están todo el día de aquí para allá y al final del día el cansancio puede a todo lo demás. En estos casos, no es mala idea dejar aparcado un rato el trabajo, si es posible, para aprovechar que esos locos bajitos están en el colegio y pasarlo bien en pareja.
También es importantísimo, y por encima de todo lo demás, recuperar el contacto físico. Es cierto que todo ahora empuja al distanciamiento y a extremar precauciones, pero eso no quita que una caricia, un beso o un abrazo sigan siendo reparadores. Dadlos, disfrutad de ellos y no escatiméis. Hacen mucho por la pasión y el amor.
Buscar nuevas experiencias, por cierto, es algo que debe hacerse con cautela, y siempre consultando con tu media naranja. Hay quienes pasan de 0 a 100 y plantean de la nada ideas como tantear el bdsm, y eso, a veces, puede asustar en primera instancia.
¿Y qué hacer si una de las dos partes quiere y la otra no? Nunca se debe reprochar, de hecho, se debe entender. La gestión de situaciones complejas varía mucho de una persona a otra. Por eso, la empatía y el entendimiento son fundamentales. Aunque, como ya imaginarás, son algo que forma parte de una relación sana.
Dedicaos tiempo, explorad opciones, dejad a un lado los tapujos y, sobre todo, demostraos el cariño y esa atracción física que sentís. A veces, no hace falta nada más que un pequeño gesto.