sunset-401541_640(Claudia Honorato)  ¿Pones mucha atención a lo que escuchas? ¿Crees que la opinión ajena tiene alguna influencia sobre tu salud?

”Enfrenta las etapas incipientes de la enfermedad con una oposición mental tan poderosa como la que emplearía un legislador para rechazar la aprobación de una ley inhumana”, expresó Mary Baker Eddy, una pensadora metafísica norteamericana, en su obra Ciencia y Salud.

Recuerdo haber escuchado este cuento: “Había una vez dos ranas, que al jugar por mucho tiempo en el bosque, se oscureció y tuvieron que refugiarse en una pequeña casa de madera en cuyo interior, encontraron un balde con leche. Se subieron al balde y al intentar tomar la leche se cayeron. Luego de saciarse, trataron de salir, saltando sin lograr resultados.

Llamaron a las otras ranas para socorrerlas. Las ranas llegaron y, en el borde del balde, gritaban, dándoles ánimo: ‘¡Ustedes pueden lograrlo! fuerza! vamos!’ Sin embargo, pasaron horas y no hubo resultados.

Entonces las ranas comenzaron a decirles: ‘Ya es tarde, no tienen fuerzas, mejor entréguense a la muerte’. Una de las ranitas falleció, pero la otra persistió hasta lograr salir.

  • ¿Por qué logró salir y salvarse la otra rana?
  • ¡Porque era sorda!”

En la vida cotidiana, así como la ranita que estaba en el balde, escuchas frases negativas, pensamientos deprimentes, temores de otras personas e incluso peligros en relación a la salud.

¿Es posible aferrarse a lo perfecto, bueno y saludable en vez de escuchar con atención síntomas que ponen en riesgo la salud?

El Department of Psychiatry and Behavioral Science de Nueva York realizó un interesante experimento, en el cual se simuló una amenaza biológica y se trabajó con tres grupos de personas. En el primero llamado grupo de control, no se intervino. En el segundo, se indujo enfermedad psicógena (no orgánico) y en el tercero además de la inducción psicógena, se exacerbaron los medios de comunicación con respecto a la enfermedad. El resultado fue que los dos grupos de inducción psicógenos experimentaron 11 veces más síntomas de la enfermedad que el grupo de control.

Esto muestra como a veces hay información que pone en perjuicio la salud a menos que uno ponga un filtro en el pensamiento.

Estar atento, observar un paisaje mental enfocado en la salud y armonía te ayudan a mantener saludable.

Hay personas que han podido detectar un problema y prevenirlo, tal fue el caso de Aurora Acebedo Ruiz, química de Colombia, quien cuando comenzó a tener síntomas de cáncer, oró, se opuso mentalmente a esta enfermedad, rechazándola y aferrándose a estar consciente de su saludable naturaleza espiritual.

A mi parecer esta experiencia alentadora da prueba de que es posible privarse de enfermedades. Al desear el bienestar tanto personal como del otro, uno  torna el pensamiento a una fuente espiritual, superior y saludable, lo que unido a un sentimiento de gratitud, puede ayudar a prevenir o superar anomalías,  desechar pensamientos decadentes a cambio de ideas que renuevan y brindan  salud.

Claudia Honorato integra el Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Chile

Email: chile@compub.org  Twitter: @puramentesana