(Francisco Javier Zambrana Durán – Alhaurín de la Torre)

Sobre trozos de madera con ruedas vibran las emociones y el corazón de la chavalería adolescente; mueren las preocupaciones y la desesperación del día a día, y afloran los sentimientos puros de libertad. El sonido de los rodamientos es música para los oídos de los que sobre los ejes patinan y sobre el aire del cielo vuelan. Es distinto. Un estilo de vida define esta cultura, una que llegó desde Estados Unidos, y que, pese a haber sido maltratada por la opinión pública, sigue vigente. Las multas, los quiebres de tiendas, la intrusión de otras modalidades, nada de ello ha podido tumbarla. Ni probablemente lo hará.

Ser skater es vivir algo diferente. Tal vez todos los deportes presuman de un estilo de vida, pero ninguno lo haga mejor que aquel del monopatín. Su estilo lo diferencia de cualquier otro, y lo hace simbolizar un movimiento, una ideología, una demostración de ser libre que pocos consiguen. Y es que, aquel que patina no solo patina, sino que vive lo que patina. Sus zapatillas lo definirán como tal, y sus camisetas y pantalones anchos reflejarán en el espejo de la calle la realidad que se ciñe ante ellos y ellas.

No importa dónde estés, ni de dónde provengas. No importa que seas de una religión, de una raza, de un partido político, ni siquiera que ames el deporte. Serás un skater si así te defines, si así lo vives, y si así te sientes.

Estefanía Pérez, encargada de Comunicación del Club de Skate de Alhaurín así nos lo hace llegar en las conversaciones. ‘‘Este deporte pertenece a la calle, y si le quitas la calle, morirá’’. La afición en el municipio, cada vez más desarrollada, es analizada por su parte, así como los distintos estilos que existen actualmente en la provincia. Sus competiciones, sus mitos, sus realidades, todo ello es detallado por una de las fundadoras del primer movimiento del monopatín en Alhaurín de la Torre.

¿Qué representa el Skate en Alhaurín? ¿Cómo es la afición que existe en el municipio?

»La afición es bastante grande. Hay niños como Antonio que comienzan a patinar en el pueblo desde los 5 años. Realmente, siempre ha habido afición por el Skate. Hay gente muy buena que no tiene la posibilidad de desplazarse mucho. Hay gente muy buena y la gente responde muy bien a este deporte. No solo existe esta afición en el pueblo, sino también en Málaga. Hay gente que viene especialmente aquí a patinar y pasar sus tardes».

¿Qué atención recibe este deporte a nivel malagueño en cuanto a tiendas, instalaciones para su práctica, etc.?

»En Málaga capital, el Ayuntamiento de Málaga tiene trabas con el Skate. Hay tiendas que se involucraron mucho, como algunas de particulares que ahora mismo han quebrado. Se ha perdido un poco lo que es la afición de calle. Se sigue patinando en la Plaza de la Marina, pero se ponen multas. Se sigue patinando en la zona del río, donde se construyó un pequeño Skate Park. Pese a que no haya muchos recursos, los puntos míticos para patinar en Málaga se siguen manteniendo.

En Fuengirola hay Skate Park, pero a las personas les es complicado desplazarse hasta allí. Lo que actualmente se realizan son los denominados Spot Day que organizan los patinadores, por ejemplo, en Cártama, Pizarra, etc. Al haber restricciones para celebrar competiciones en el Skate Park, las tiendas han creado este método para realizar así algunas competiciones y ligas».

¿Es un deporte donde acuden más chicos que chicas o actualmente se encuentra más nivelado?

»Ha aumentado el nivel de mujeres. Tenemos grandes iconos como la brasileña Leticia Bufoni y algunas chicas más, pero en España no es algo que esté demasiado desarrollado. Todavía se sigue luchando porque haya una categoría para ellas, pese a que todavía sigan siendo minoría.

No podemos dejar de lado que este deporte ha sido siempre de chicos, y ha sido promovido por chicos. Aunque las chicas se estén introduciendo, tienen que tener su proceso. Por ejemplo, en nuestra competición tuvimos inconvenientes con este aspecto a la hora de repartir los premios aparte para la categoría de chicas. Se dio la opción de que participasen en conjunto con los chicos, pero no se aceptó y el número de premios varió para ellas debido a la falta de participantes».

¿Es un mito que el Skate sea un deporte de la calle o es su esencia?

»Al Skate no se le puede quitar la calle. Existen dos categorías: Street y Bowl, y son completamente distintas. El Skate callejero no se perderá, porque al practicante de este deporte también le gusta estar en la calle mirando dónde se puede practicar.

Hay gente a la que le encanta el Bowl y otra a la que le parece que la calle es lo que más le llama la atención. La diferencia entre ambos estilos se centra en la espectacularidad que tiene el Bowl al ser practicado en grandes piscinas, mientras que el callejero es todo lo que se pueda utilizar en la calle y esté a disposición de aquel que lo practique.

Este es un deporte que se practica en la calle. Existen algunas escuelas que salieron de Málaga como por ejemplo Dogtown, y a nivel español otras como Element en Bilbao, pero cuando va a arrancar es ahora con las Olimpiadas».

¿Qué protecciones serían necesarias para evitar lesiones?

»Hay protecciones obligatorias sobre todo para los menores como es el casco. Las rodilleras y las coderas se les recomiendan. El casco y las rodilleras siempre es importante recordárselo que lo lleven. Nosotros, en Sub-16, lo hacemos obligatorio en nuestras competiciones».

¿Son necesarias las escuelas de Skate?

»Sí, porque aunque se practique en la calle, hay que saber no solo patinar, sino aprender a caerte, reaccionar a cualquier tipo de inconveniente. Es necesario practicarlo, y es mucho mejor practicarlo con personas que nos enseñen lo básico. Cuando practicamos un deporte al final nos damos cuenta de nuestros fallos y nuestros aciertos».

¿Qué valores aporta el Skate a las personas que lo practican?

»El Skate es cultura. Existen dos tendencias en el mundo de este deporte: la vieja escuela y el monopatín visto como deporte. Esta nueva generación se comporta como deportista. Entrenan, se lo toman muy en serio y estiran y calientan en los entrenamientos. El Old School no se va a perder, porque hay personas que lo tienen como un estilo de vida, con una forma de vestir y de comportarse que siempre suele ser similar entre todos los aficionados. Sin embargo, hay una nueva generación que quiere dedicarse a esta disciplina, y que con las Olimpiadas tienen la posibilidad.

El skater de la vieja escuela va a rechazar siempre este movimiento de las Olimpiadas, y toda la monopolización de las grandes marcas. El proceso de los últimos años ha supuesto que marcas pequeñas y marcas dedicadas al Skate mueran. Si se adentran algunas grandes empresas deportivas, arrollan con el resto de entidades consolidadas en esta cultura exclusiva».

¿Existe un gran número de competiciones en la ciudad?

»Sí, nosotros hacemos una, llamada Battle of Lauro, en la que gracias al Ayuntamiento, hemos podido dar un gran premio. En las dos ediciones hemos conseguido superar las expectativas de todas las competiciones de Andalucía. El primer año llegamos a tener 82 participantes, que es un gran logro.

En Málaga se hacen, al morir las tiendas, menos competiciones. La tienda Griptape solía organizar muchas competiciones y juegos con los deportistas. En Málaga capital, como tal, ahora mismo, apenas hay. Ahora, los skaters suelen moverse por los pueblos. Por ejemplo, hay en Cártama, Pizarra, Coín, etc. Se intenta hacer una liga andaluza, y nosotros como club queremos participar en ella.

Durante dos años hubo una enorme cantidad de competiciones en Málaga. Se podían contar hasta 20 por año. Todo ello fue gracias al movimiento de uno de los representantes que más influye, como es el de Vans Málaga. El problema actual es que los premios son grandes, ya que mover a una persona de Barcelona no es sencillo y es caro».

¿Cómo se puntúa en una competición de Skate? ¿Qué parámetros existen?

»Las puntuaciones se han mejorado y se han digitalizado, pero generalmente son a criterio personal. Existen tres o cuatro jueces que ven la ejecución del truco y luego suman trucos. Hay parámetros que suben puntos como hacer una ronda perfecta, pero en muchas ocasiones se pondera la forma en la que se hace el truco y en otras la dificultad del truco efectuado.

Quizá, este deporte no ha entrado antes a las Olimpiadas porque su sistema de evaluación es muy complicado. No existe una lista de puntuación que nos diga que uno vale 10 o 20 puntos».

El precio de un monopatín suele ser alto, ya que tienen materiales especializados. ¿Juega la calidad de este un peso importante a la hora de practicar el deporte?

»Siempre se considera al skater como alguien distinto por sus vestimentas, pero pocos saben que realmente son muy caras, y que esas marcas tienen un valor para ellos. El Skate es un deporte que es caro.

La calidad del monopatín es importante. Antonio Pérez, cuando comenzó con el monopatín, fue por uno de los de juguete cuando tenía 5 años. No dejó de usarlo, y yo le compré el primero en la tienda La Vieja Escuela de Alhaurín. Pensaba que me saldría por 20 o 30 euros, pero costó mucho más porque le compré el más profesional que había. La tabla si se parte es lo más barato, pero luego tiene ejes, rodamientos, zapatillas, etc., que es lo que más dinero termina costando».

¿Qué competiciones existen próximamente en Málaga?

»El 30 de mayo hay una competición que pretende ser bastante importante en Campanillas a la que acudiremos. Lo organiza Vans junto con una gran cantidad de colaboraciones. El Skate malagueño está unido, y al final todos nos ayudamos en cada una de las competiciones. Si no estamos unidos, al final, no progresamos».


Entrevista realizada por: Francisco Javier Zambrana Durán (@neyfranzambrana/Francisco Zambrana).

Fotografías de Estefanía Pérez (Club Skate Alhaurín). – Todos los derechos reservados.