(UPyD) Son ya muchos los vecinos que han reparado en las obras que se están acometiendo en la Calle Pau Casals, junto al Supersol. Unas obras que se llevan a cabo para arreglar una calle que estaba en perfecto estado.
Debemos vivir en un estado de abundancia absoluto, porque la esquizofrenia del cemento ha llegado a Alhaurín, muy probablemente para quedarse hasta las elecciones. El último ejemplo ha sido en la Calle Pau Casals, donde se está levantando la calle para volverla a hacer, habiéndose arrancado árboles ante la oposición de los vecinos, hasta el punto de que uno de ellos se ha sentado junto al último chopo que quedaba en pie para evitar su tala.
Dinero para volver a hacer calles que estaban en perfecto estado, árboles que se plantan para cuando estos han crecido arrancarlos, nadie pregunta su opinión a los ciudadanos…
Ante esto, nos quedamos estupefactos de que en su momento no se aprobara el comedor escolar de verano para los niños de familias con riesgo de exclusión social o las ayudas para comprar material escolar a las familias con hijos, puesto que el PP aprovecha todas las ocasiones que tiene para demostrar que nada en la abundancia.
Pero además de nadar en la abundancia de euros, parece que también nada en la abundancia de votos, porque no se cesa de despreciar a los ciudadanos en todo momento. ¿Tan difícil hubiese sido preguntar a los ciudadanos sobre la necesidad de hacer esta obra? ¿O sobre la mejor manera de llevarla a cabo? ¿A alguien del equipo de gobierno le interesan los ciudadanos?
Esquizofrenia del cemento, derroche, desprecio a los ciudadanos: ¡Cuántas cosas se pueden transmitir con una obra!
Oficina de Comunicación y Prensa (Daniel Gándara)
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